Una comunidad del Valle de San Fernando recibirá unos 100 lectores automáticos de matrículas para combatir el aumento de la delincuencia, según anunciaron el jueves las autoridades de Los Ángeles.
El concejal de Los Ángeles John Lee dijo que ha asignado $500,000 para que se instalen 100 lectores, conocidos como ALPR, en todo su Distrito 12 del Consejo para ayudar a la policía a identificar y localizar vehículos vinculados a delitos.
"Estamos en la calle Rinaldi, que atraviesa todo el Distrito 12 del Consejo, y ha sido literalmente una línea que muestra dónde es más probable que se produzcan delitos en mi distrito", dijo Lee. "El año pasado, la División Devonshire (del Departamento de Policía de Los Ángeles) informó de que las viviendas y comunidades situadas al norte de esta misma calle experimentaron un aumento del 103% en los robos en viviendas".
Los lectores de matrículas se están instalando en varios lugares estratégicos del distrito de Lee, al noroeste del Valle de San Fernando, generalmente montados en postes de la luz. Cuando las cámaras detectan una matrícula vinculada a delitos, se avisa automáticamente a la policía.
Los ALPR móviles ya están instalados en unos 1,500 vehículos patrulla de la policía de Los Ángeles, y hay unas cinco docenas de estos dispositivos repartidos por toda la ciudad.
El jefe interino de la policía de Los Ángeles, Dominic Choi, afirmó que las unidades móviles desplegadas en la Oficina Sur del departamento ya han ayudado a "resolver varios asesinatos”.
"Esta tecnología es crucial para seguir explorando formas innovadoras de combatir la delincuencia", dijo Choi el jueves. "Los estudios demuestran que los vehículos de motor están implicados a escala nacional en cerca del 75% de todos los delitos. Ya se trate de atracos, robos con allanamiento de morada, trata de seres humanos, asesinatos o tiroteos, el medio de transporte es un vehículo. Por eso es tan importante que podamos obtener información rápidamente para investigar y resolver estos delitos e incluso prevenirlos".
Local
Las autoridades señalaron que los lectores no se utilizan para poner multas por exceso de velocidad u otras infracciones de tráfico, e insistieron en que la información que recogen las placas es muy confidencial. Los detractores de este tipo de programas han calificado los lectores de matrículas de invasión de la intimidad pública.
Lee afirmó que, desde que se iniciaron los esfuerzos para instalar 100 lectores en su distrito, ya han ayudado a resolver un par de robos.
