La frontera entre Ciudad Juárez y El Paso, Texas, derribó los muros por unos minutos el lunes para permitir que el amor y el cariño invadieran esa franja que separa ambas comunidades.
La emotiva reunión ocurrió durante la séptima edición del evento binacional "Abrazos No Muros", donde al menos 300 familias se pudieron abrazar de 3 a 4 minutos.
“No debe uno estar separado de la familia, mucho menos los padres de los hijos”, dijo Guadalupe Gaytán, una madre de familia que vive esa situación.
“Muy pocos ven el impacto de las políticas y cómo eso está destruyendo familias, millones de familias han sido separadas, estamos hablando de hijos que están separados de sus padres y madres, dijo Fernando García, director de la Red Fronteriza por los Derechos Humanos (BNHR).
Gabriela Castañeda contó que tenía más de 30 años que no veía a su papá.
“[Mi papá] siempre estuvo en mi mente y en mi corazón, y a pesar de que estuvimos muchos años separados, él para mí siempre fue muy importante”, dijo Castañeda.
El evento estuvo lleno de lágrimas y abrazos. El objetivo de esta campaña es reunir a familias separadas por la deportación migratoria, donde muchas no han visto a sus seres queridos por más de 10 o 15 años, y este evento permite que padres e hijos se conozcan por primera vez.
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García agregó que este evento es una protesta contra las políticas antiinmigrantes y el racismo que existe en contra de la comunidad hispana que busca un mejor futuro en Estados Unidos.
García terminó diciendo que este evento es de amor y de esperanza que algún día las familias estén juntas permanentamente.
