Casi una decena de familias migrantes con niños están acampando en tiendas de campaña en las peligrosas calles de Skid Row en el centro de Los Ángeles. Muchos señalan que tuvieron que abandonar los refugios porque presuntamente les querían cobrar.
Algunas de esas familias aseguran que llevan días o semanas viviendo en el área de Skid Row. Muchos afirman que vienen de países tan lejanos como como Venezuela y Colombia huyendo de la violencia y de la situación económica.
Skid Row es un barrio en el centro de Los Ángeles en el cual está concentrada la más grande población de personas sin hogar de la ciudad.
Una cuadra de la avenida Towne en Skid Row se ha convertido en el hogar de al menos siete familias migrantes con unos diez niños. Esta migrante venezolana afirma que lleva viviendo tres meses en una tienda de campaña con su hijo de dos años y esposo.
“Me quiero ir de acá por el frío, me da miedo que lleguen más locos, nunca sabes lo que va a pasar”, dijo Katherin González, migrante venezolana que vive en Skid Row.
Katherin asegura que cuando llegó a Los Ángeles tras cruzar la frontera de México con Texas recibió un hogar temporal en la Misión de Los Ángeles “Rescue Mission”.
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“Ya cumplí los 3 meses y me estaban cobrando 300 dólares y yo no tengo esa plata, no estoy trabajando, ni nada”, dijo Katherin.
La falta de recursos para pagar el supuesto cobro en el albergue los obligó a terminar en las peligrosas calles de Skid Row en el centro angelino, aseguran Katherin y al menos seis familias más con las que platicamos.
“Tenemos que cuidar nuestra vida porque uno se acuesta y no sabe si el otro día se levanta vivo o por los habitantes de la calle. Aparte hay mucho consumo”, dijo Yesenia, otra migrante venezolana.
Estas familias, en su mayoría migrantes que huyeron de la violencia en sus países, afirman que tras abandonar la Misión “Los Ángeles Rescue Mission”, personal de la ciudad les ha ofrecido regresar, pero no han aceptado porque temen terminar de nuevo en las calles.
“A algunos los sacaron a hoteles y eso les están ofreciendo hoteles por tres meses y allí les están ayudando con un apartamento, nosotros también queremos ese apoyo”, dijo Detsay, otra migrante venezolana que vive en la calle.
Carolina Colina está entre las 37 familias que han aceptado irse a vivir con sus dos hijas en un motel o en apartamentos con la ayuda de la agencia para indigentes de la ciudad de Los Ángeles (LAHSA).
“No han dicho todavía cuánto es la temporada, cuando tiempo vamos a estar allí con nuestras familias, con nuestros hijos”, dijo Carolina.
El director de la Misión de Los Ángeles “Rescue Mission”, Jeff nos dijo que los migrantes ocupan actualmente un 75% de las camas destinadas para familias y que desde el año pasado la misión estableció una política que requiere a quienes se hospedan pagar una cuota si lo hacen por más de 90 días. Pero que jamás se les pide retirarse si no pueden pagar.
“Eso sería contrario a nuestra misión. Puede haber ocasiones que no haya espacio y en esos casos los referimos con otras agencias para encontrarles un lugar donde quedarse”, dijo Hudson.
Por su parte la agencia para indigentes LAHSA nos dijo que “algunas de las familias que fueron alojadas en el Union Rescue Mission decidieron abandonar este refugio. LAHSA sigue trabajando con ellas para encontrarles otras alternativas. Asimismo, se les ofreció cubrir los gastos a nueve familias, pero hasta ahora todas han rechazado la ayuda. Debido a la saturación del sistema de albergues para familias, estas han sido reubicadas en moteles mientras se encuentran opciones alternativas para alojarlas”.
Según la Autoridad de Servicios para Personas Desamparadas de la ciudad de Los Ángeles (LAHSA), están trabajando en conjunto con otras organizaciones para tratar de brindarles un hogar a muchas de estas familias desamparadas y otros recursos.