LOS ÁNGELES, California - Un indigente desnudo presuntamente irrumpió en una casa de Bel Air el jueves y el propietario tuvo que saltar desde el balcón del segundo piso para escapar.
La familia dice que el intruso no solo robó su sentido de seguridad, sino que también mató a sus mascotas durante el incidente.
Al principio, Mat Sabz pensó que su esposa estaba en casa y que ella estaba abajo haciendo ruido cuando recibió alertas en su teléfono de sus cámaras. No fue hasta que ella lo llamó que se dio cuenta de que no era ella, sino un intruso.
"Estoy arriba, ¿quién está en la casa?", dijo.
Mientras hablaba por teléfono con su esposa, Mat Sabz se encontró cara a cara con un extraño en su casa de Bel Air. "¡Oye! ¿Quién es usted? ¿Qué estás haciendo aquí?”, le dijo al intruso.
“Ni siquiera se movió, me miró y dijo que 'esta es mi casa', y empezó a subir las escaleras”, recuerda Sabz. Pensando rápidamente en sus pies, Sabz decidió salir por el balcón.
"Dije está bien, tengo que escapar, no tengo nada con qué pelear. Así que salgo del balcón y afortunadamente el auto estaba en el camino de entrada, salté descalzo sobre el auto”, él dijo.
Luego, llamó al 911. Las cámaras capturaron al ladrón, que luego fue identificado por LAPD como Paul Kiyan, de 34 años.
Kiyan fue captado en video caminando desnudo por la piscina justo antes de las 2 p.m. el jueves por la tarde y deambulando por el interior de la casa.
“Estaba tan asustada y asustada de que este tipo le pudiera hacer algo a mi esposo”, dijo Mónica.
Ella contó que después de que su esposo escapó, esperaron a que llegara la seguridad privada y la policía. Dicen que Kiyan estuvo en su casa durante 45 minutos antes de ser detenido.
Más tarde, sus dos hijos pequeños descubrieron a sus dos periquitos muertos. “Fue y abrió la jaula con una sonrisa de asesino, apretándolos, dejándolos caer y pisoteando a ambos mientras ellos gritaban por sus vidas”, dijo Sabz.
La pareja aseguró que el hombre entró después de sacar un control de la puerta de garaje de un automóvil.
Esperan que esta pueda ser una lección para todos de que deben cerrar sus puertas. "No importa dónde vivas, no importa si no ves transeúntes, ellos podrían entrar y entraron", ellos advierten.
La familia dice que están tan traumatizados por lo sucedido, que por el momento no se están quedando en la casa, pero están agradecidos de que nadie haya resultado herido.