El hombre asesinado el miércoles a bordo de un autobús de Metro secuestrado en el centro de Los Ángeles fue identificado como un residente de Los Ángeles de 48 años.
Anthony Rivera fue baleado mortalmente por un hombre arrestado bajo sospecha de asesinato después del secuestro y la persecución policial a baja velocidad a primera hora de la mañana que continuó durante aproximadamente una hora en las calles del centro de Los Ángeles, según la policía.
Rivera era uno de al menos dos pasajeros del autobús alrededor de la 1 a.m. en South Figueroa Street e Imperial Highway cuando el hombre armado subió al autobús y se enfrentó al conductor.
El conductor, identificado solo como un empleado de larga data de la agencia de tránsito, activó una alarma de emergencia, una de varias acciones que las autoridades dijeron que probablemente evitaron una tragedia mayor. La alcaldesa Karen Bass dijo que se hicieron varias llamadas al 911 sobre el secuestro después de que el conductor operara un cartel eléctrico en el autobús que decía "Llame de emergencia al 911".
En algún momento durante el secuestro, el pistolero disparó a Rivera, quien luego murió en un hospital. No se dieron detalles sobre lo que provocó el tiroteo.
Los oficiales del SWAT fueron llamados a un área cerca de Skid Row cuando el autobús se detuvo brevemente después de que la policía desplegara tiras de púas en la carretera, destruyendo algunos de los neumáticos.
Durante el enfrentamiento, los oficiales rodearon el autobús y dispararon bolsas de perdigones y granadas aturdidoras al pistolero mientras intentaban rescatar al conductor y a un pasajero herido. Descubrieron a un pasajero, Rivera, con múltiples heridas de bala.
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El conductor, que ha estado con la agencia durante más de una década, y un segundo pasajero que se escondió en el autobús fueron tratados por paramédicos en el lugar y liberados. En un comunicado, Metro dijo que el conductor del autobús estaba bien y recibía el apoyo que necesitaba.
Un hombre de 51 años fue arrestado bajo sospecha de asesinato en relación con el secuestro y el tiroteo fatal. Estaba detenido con una fianza de $ 2 millones. Los detalles sobre el motivo no estaban disponibles de inmediato. El secuestro mortal se produjo unos seis meses después de que un hombre armado secuestrara otro autobús de Metro en el centro de Los Ángeles. Ese autobús chocó con varios vehículos y finalmente se estrelló contra el Hotel Ritz-Carlton. El conductor del autobús y una mujer que viajaba en un vehículo que fue golpeado por el autobús resultaron heridos.
Posteriormente, las autoridades se enteraron de que el hombre estaba armado con una pistola de aire comprimido.
