La contención del incendio Franklin en Malibú aumentó al 35% el sábado, mientras que el tamaño del incendio se mantuvo en 4,037 acres, dijeron las autoridades.
Los bomberos han logrado un progreso constante en el destructivo incendio forestal que estalló el lunes, ayudados por el clima frío, la mayor humedad y la ausencia de fuertes vientos que alimentaron el incendio el lunes y el martes. Con la estimación de daños completada en un 80 %, las autoridades informaron que 19 estructuras fueron destruidas (viviendas unifamiliares y 11 edificios anexos) y 23 estructuras resultaron dañadas (14 viviendas unifamiliares, una vivienda multifamiliar, cuatro comerciales y cuatro edificios anexos).
En el punto álgido del incendio, aproximadamente 20 000 personas estaban bajo órdenes de evacuación o advertencias. El viernes por la tarde, el portavoz de la ciudad de Malibú, Matt Myerhoff, anunció que todas las órdenes de evacuación se habían reducido a advertencias, lo que permitió que todos los residentes regresaran a sus hogares.
“Este importante hito refleja el progreso logrado por nuestros socorristas y agencias asociadas para garantizar la seguridad de nuestra comunidad”, dijo Myerhoff en un comunicado.
La ciudad de Malibú anunció el sábado por la mañana que la Pacific Coast Highway está completamente abierta al tráfico, pero Malibu Canyon permanece cerrada.
La ciudad abrirá un centro de asistencia local en el Ayuntamiento de Malibú el martes de 10 a.m. a 4 p.m. y llevará a cabo una reunión comunitaria el miércoles.
Puede encontrar información actualizada sobre cierres de carreteras en https://pw.lacounty.gov/roadclosures.
Local
El incendio comenzó poco antes de las 11 p. m. del lunes en un área de Malibu Canyon donde un gran volumen de maleza seca contribuyó a la rápida propagación del incendio.
Estalló en medio de una rara “advertencia de bandera roja de situación particularmente peligrosa” emitida por el Servicio Meteorológico Nacional en respuesta a fuertes ráfagas de viento y condiciones dramáticamente secas.
La causa del incendio aún estaba bajo investigación. La Universidad Pepperdine informó de cortes de energía y activó un protocolo de refugio en el lugar la madrugada del martes. Esa orden se levantó más tarde esa mañana, aunque se instó a los estudiantes y al personal a mantenerse fuera de las carreteras locales.
Los exámenes finales en la universidad se pospusieron y las operaciones del campus se suspendieron, con gran parte del campus sin energía.
Todas las escuelas de Malibú dentro del Distrito Escolar Unificado de Santa Mónica-Malibu estuvieron cerradas hasta el viernes debido a las restricciones continuas en el área.
Las escuelas de Santa Mónica del distrito permanecieron abiertas.
El campus de Malibú de Santa Monica College también estuvo cerrado hasta el viernes.
Los funcionarios de la ciudad también dijeron el sábado que todos los parques de Malibú estaban abiertos, excepto el parque de Malibú Bluff, el parque de patinaje temporal y la piscina.
Los funcionarios de Southern California Edison comenzaron a restablecer la energía en varios vecindarios a última hora de la tarde del miércoles una vez que se levantó la advertencia de bandera roja, pero algunas áreas aún se vieron afectadas.
La presidenta de la Junta de Supervisores del Condado de Los Ángeles, Kathryn Barger, firmó una declaración local de emergencia en respuesta al incendio la madrugada del martes.
El gobernador Gavin Newsom anunció que el estado había obtenido una subvención de asistencia para el manejo de incendios de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias para ayudar con el combate del incendio.
“Los bomberos y los socorristas están trabajando incansablemente para proteger vidas y propiedades del incendio Franklin”, dijo Newsom en un comunicado. “California está agradecida por este apoyo federal, que refuerza estos esfuerzos”.
