Las alertas de incendios extremos disminuyeron pero las condiciones cálidas y secas continúan representando un desafío para los bomberos que combaten más de dos docenas de incendios por todo California el sábado al tiempo que el estado se acerca a una marca sombría: 1,6 millones de hectáreas (4 millones de acres) quemadas este año por los incendios forestales.
El estado se encuentra a unas 8.000 hectáreas (20.000 acres) de alcanzar la cifra sin precedentes, de acuerdo con las autoridades del Departamento de Bomberos. En tanto, siguen ardiendo dos incendios de gran tamaño que han provocado la muerte de cuatro personas y arrasado con cientos de viviendas en la región vinícola y en el extremo norte.
Los fuertes vientos que se había pronosticado que iban a avivar las llamas desde el miércoles no se han materializado y las alertas rojas de peligro de fuego extremo por un clima con altas temperaturas, seco y con rachas de vientos expiraron por la mañana con la presencia de una capa de niebla..
Pero con California siendo un polvorín de árboles muertos y arbustos secos tras semanas de altas temperaturas y años de sequías, se podrían desatar incendios en zonas rurales, pastizales y bosques densos, incluso sin que haya vientos que los impulsen.
Temperaturas por encima de lo normal y baja humedad persistieron el sábado, lo que elevó el riesgo de incendios.
“Nos pone un poco nerviosos el hecho de que no estamos fuera de peligro en lo que respecta a lo que podría ocurrir en California”, dijo Jonathan Cox, subdirector del Departamento Forestal y de Protección contra Incendios de California (CAL FIRE, por su acrónimo en inglés).
Se espera que bajen las temperaturas a partir del domingo y los modelos de pronóstico a largo plazo ofrecen indicios de la posibilidad de lluvias a principios de la próxima semana.
La disminución en los vientos fue una bendición en los condados Sonoma y Napa. Aunque las llamas seguían, los equipos obtuvieron un respiro luego de que batallaron para impedir que el fuego pasara las líneas de contención y retomara su camino hacia las comunidades escénicas.
“La buena noticia es que, con la falta de viento, no tuvimos más problemas de control”, dijo Ben Nicholls, jefe de división del CAL FIRE.
“Sin embargo, debido a la falta de viento, el humo se ha mantenido en su lugar” y dificulta que los aviones ataquen las llamas, añadió.
Las órdenes de evacuación para muchos de los cerca de 5.000 residentes de Calistoga fueron rebajadas el viernes a advertencias, si bien árboles y algunas viviendas en los limítrofes del pueblo continuaban ardiendo.
El fuego, que ha consumido aproximadamente 600 hogares y otros edificios, sigue representando una amenaza para unas 29.000 casas.
El fuego había arrasado con 252 kilómetros cuadrados (97,4 millas cuadradas) y apenas se encontraba contenido en un 10%.
En el condado Shasta, en el extremo norte del estado, el Incendio Zogg que inició el domingo pasado ha cobrado la vida de cuatro personas y ha destruido cerca de 180 estructuras. La situación ha mejorado levemente una vez que el fuego se encuentra contenido en un 57%.
En total, los incendios forestales han matado a 31 personas y arrasado con 8.200 estructuras en California este año. Muchos de los incendios más grandes fueron causados por rayos a mediados de agosto.
Unos 17.000 bomberos siguen luchando contra cerca de dos docenas de incendios considerables.
Numerosos estudios han relacionado los incendios forestales más graves en Estados Unidos a los cambios climáticos causados por el consumo de carbón, petróleo y gas. De acuerdo con los científicos, el cambio climático ha hecho de California en una zona más seca, por lo que los árboles y otras plantas son más inflamables.