La vida de Aurys Hernández y su familia ya no es la misma desde que el incendio Eaton destruyó su hogar en donde también operaba una guardería.
“Cuando yo desperté, mire que donde salía el aire acondicionado estaba lleno de humo”, cuenta Hernández, luchando por contener las lágrimas. “Empezamos a correr pa’ fuera, pero en ese transcurso el humo estaba muy fuerte”.
Hernández, su esposo, sus padres y sus niños escaparon del incendio que consumía su vecindario. Dos días después, sin saber que había sido de su casa, un amigo le dio la mala noticia.
“Me manda un video y me dice, ‘¿Estás lista para ver esto?’. Y le dije, ‘ponlo, quiero ver’. Y miré la casa. Y solo quedaron dos pilares. Todo estaba deshecho. Todo estaba hecho cenizas”, dijo..
Fue todo lo que quedó de su hogar, en donde ella y su madre habían administrado una guardería por 20 años.
“Dos décadas de trabajo. Solo me quedé con dos mudas de ropa, de cada uno. Todo lo demás quedó ahí”, señala Hernández.
Incendios en California
Su madre, a pesar del desconsuelo y la pérdida, se preocupa por las familias que no tendrán un sitio donde cuidar a sus niños.
“No podemos hacer nada por estas familias que nos necesitan. [Son] niños que se encariñaron con nosotros”, dice la madre de Hernández.
Amigos les han ofrecido un lugar para dormir. Pero, en medio del desconocimiento y el trauma, los pequeños hijos de la familia, José y Jonathan, añoran su hogar.
“Lo más duro es ver a mi niñitos cuando están llorando y quieren ir a su casa. ¿Cémo le voy a regresar a su casa?”, dice Hernández.
La joven madre, por su parte, solo espera una oportunidad para comenzar de nuevo.
“Mi plan es rentar una casa mientras y volver a reconstruir nuestro daycare”, cuenta esperanzada.