Omar León es uno de los jornaleros que decidieron unirse como voluntarios, en las labores de recuperación de las zonas que fueron destruidas por el incendio Eaton.
"Aquí hay muchos jornaleros que a veces están en la esquina esperando un trabajo, estudiantes, que también trabajan y apenas tienen para cubrir sus gastos", dijo el hombre mientras recogía las ramas que cubrían la vía.
Pero Omar y sus compañeros saben que sus manos son imprescindibles para reconstruir las comunidades devastadas. "De la noche a la mañana lo perdieron todo, y por eso es que la gente ha dejado todo en pausa para venir a entregar lo más sagrado que tenemos la gente humilde, nuestras manos", expresó.
Él estaba en Altadena cuando hace una semana comenzó el incendio Eaton. "Empezó el fuego y el aire era increíble, era como ver esas películas de acción en la televisión, era como un sueño, salimos corriendo", contó Omar sorprendido.
Este miércoles limpiaban el área de la calle Hachison y la avenida Marengo, a donde también llegaron con comida para ellos. Doña Socorro, ayer y hoy les llevó burritos a todos.
" A nosotros también nos tuvieron que evacuar a todos, porque el fuego llego cerca de aquí", dijo Socorro Rocha.
Aunque muchos de estos voluntarios también perdieron sus casas, dijeron que "quieren que sepa la gente (afectada por la tragedia) que no están solos".