Cuando el fuego amenaza con consumir todo a su paso y el terreno abrupto hace imposible utilizar maquinaria, el equipo élite del Servicio Forestal de Estados Unidos se coloca en el centro del peligro.
El equipo, denominado Texas Canyon Hot Shots y con sede en Santa Clarita, trabaja en las áreas montañosas más abruptas, donde la única forma de combatir el fuego es de frente y de cerca.
En estos siniestros, ponen en práctica horas de entrenamiento en el salón de clases y en las montañas.
“Aprendemos del clima, aprendemos de las plantas y aprendemos del terreno que vamos a caminar”, dice Jonathan Bravo, miembro de Hot Shots.
Su equipo consiste en una mochila de unas 50 libras que contiene agua, equipo de localización, radios para comunicarse con el apoyo aéreo, botiquín de primeros auxilios, entre otros elementos necesarios. Incluso, algunos tienen que cargar sierras eléctricas.
“A pesar de cargarla por millas o horas, todavía tienen que usarla por 14 a 16 horas seguidas sin parar”, dice Oscar Martinez, bombero líder de Hot Shots.
Incendios en California
Todo lo que llevan en su equipo los ayuda a permanecer hasta 72 horas en las montañas donde deben combatir el fuego.
Bravo señala que el trabajo es arriesgado pero siguen lineamientos para protegerse como no bajar la guardia y coordinar la ayuda aérea. Al mismo tiempo, deben estar pendientes de los vientos y los cambios de temperatura.
Unos de los momentos más difíciles del día, señalan miembros de los Hot Shots es cuando la temperatura asciende a más de 100 grados.
Cada equipo de Hot Shots cuenta con un personal de 18 a 25 bomberos que caminan hasta la orilla del fuego, donde limpian la maleza para crear una brecha para evitar el avance de las llamas.
Es un trabajo que requiere preparación, valor, y excelente condición física. Pero señalan que es un esfuerzo que vale la pena.
“Estamos ayudando a la comunidad. Estamos peleando incendios”, dice pppp
Y la satisfacción viene cuando se logra evitar que el fuego destruya un hogar.