No todos los días conoces a un astronauta, y mucho menos a uno con una película sobre su increíble vida.
Los estudiantes de la escuela secundaria autónoma Ánimo Legacy en el sur de Los Ángeles, tuvieron la oportunidad el miércoles de conocer y escuchar al Dr. José Hernández, el trabajador agrícola convertido en astronauta de la NASA cuya historia es una inspiración para muchos.
“Les dije a los niños cuando entré por primera vez: ‘Veo mucho de mí en ellos’, ¿sabes? Cuando yo tenía su edad”, dijo Hernández.
Hernández regaló copias de su autobiografía, “De trabajador agrícola a astronauta”, a docenas de estudiantes, cortesía de Gordon Philanthropies.
El libro cuenta la historia real de su infancia como hijo de trabajadores agrícolas migrantes, que pasaban nueve meses del año recogiendo cultivos en California y viviendo tres meses en México. Él mismo también trabajó en el campo cuando era niño.
Mientras observaba la última misión Apolo a la Luna, Hernández se dio cuenta de que quería crecer y convertirse en astronauta. Era un sueño que parecía poco probable para el nativo de Stockton, pero que sus padres siempre lo impulsaron a lograr.
“Estaba sosteniendo las antenas del televisor para mejorar la recepción, viendo al astronauta caminar sobre la luna cuando dije: ‘Eso es lo que quiero ser’. Quiero ser astronauta’”, dijo.
Después de estudiar en la Universidad del Pacífico y la Universidad de California en Santa Bárbara, Hernández comenzó su carrera en la NASA.
Inicialmente, fue rechazado del programa de astronautas no menos de 11 veces, pero fue tenaz y continuó postulándose.
Finalmente, el nativo de California obtuvo un lugar en el transbordador espacial Discovery en 2009, realizando un viaje de casi 14 días a la Estación Espacial Internacional.
Mientras estaba en órbita, envió el primer tweet en español desde el espacio y formó parte de la primera tripulación que incluía a dos latinos.
Si bien admite que su parte favorita de viajar al espacio fue vivir en gravedad cero, dijo que ver la Tierra desde fuera le dio una gran perspectiva.
“Lo que me pareció tan hermoso, que no se podía saber dónde terminaba un país y comenzaba otro. Y dije: ‘Dios mío, tuve que salir de este mundo para darme cuenta de que las fronteras son conceptos creados por los humanos y diseñados para separarnos’”, dijo.
“Somos sólo una raza, la raza humana, y desearía que los líderes mundiales tuvieran este momento de reflexión porque les garantizo que nuestro mundo no tendría los problemas que tenemos hoy”.
Actualmente, Hernández ha vuelto a trabajar en una finca, aunque esta vez es el dueño.
“Hay un dicho que dice: ‘Puedes sacar al niño de la granja, pero no la granja del niño’”, dijo. “Todavía recojo uvas, pero son mis uvas”.
Y quiere que estudiantes de todos los orígenes vivan sus sueños más locos, sin importar cuán fuera de su alcance puedan parecer.
“Ya sabes, lo que quieran ser”, dijo Hernández. “No es necesario que sea un astronauta, pero deben apuntar a las estrellas y disparar alto”.
Esta historia apareció por primera vez en la estación hermana de Telemundo 52, NBCLA. Click here to read this story in English.