Nuestro televidente nunca contrato televisión por satélite, pero, aun así, le llegaron las facturas, y aunque pidió una corrección, no obtuvo respuesta.
Dice que llamaba para explicar que algo estaba mal, y solo lo transferían de un lugar a otro, sin resolver lo que parecía ser un fraude, afortunadamente, pudimos ayudar a que se arreglara todo.
Mauricio Valenzuela dijo que cuando le llego una factura de AT&T por más de 181 dólares, estaba desconcertado, pues indicaba que había contratado el servicio de DirectTV, cuando no era así.
“Me sorprendió porque dije, ¿cómo es posible que estén cobrando algo, si yo no tengo caja, y tener cable, tiene que venir un instalador?”, dijo Valenzuela, a quien le cobraron un servicio que no contrato.
Cuando llamo a explicar que debía haber un error, le pidieron sus datos, incluyendo su número de Seguro Social, el cual, por seguridad, se negó a dar.
“¡No es mi cuenta! Yo no le voy a dar ningún número de seguro porque esa no es mi cuenta. Yo no tengo servicio. No he solicitado servicio. No ha venido ningún vendedor a darme servicios”, dijo.
Dijo que la operadora lo transfirió presuntamente al departamento de fraude, pero en lugar de ello, le contestaron en una sucursal de AT&T.
“El de la tienda me dijo que me iba a transferir a la otra tienda, y así me tenían, tienda por tienda, como queriendo decir, ¿ya no quieren ayudar, o sé están haciendo?”
Molesto, decidió presentar un reporte de fraude ante la policía, pero, aun así, le seguían cobrando.
“Llamé otra vez, y lo mismo, y como yo vi que en Telemundo responde, yo llamé”, dijo Valenzuela.
Cuando nos contactó, pedimos a AT&T investigar y corregir el error, tras lo cual, se comunicaron directamente con el señor Valenzuela.
¡Solo así! Gracias a Dios y gracias a ustedes [Telemundo 52 Responde] me ayudaron a que tomaran el caso en serio. Llegaron a la conclusión, ellos investigaron que no era mi cuenta porque alguien más había agregado mi nombre", dijo.
El señor Valenzuela dijo que ya está más tranquilo, pues le preocupaba que su crédito se viera afectado por no pagar los cobros que no le correspondían, y que ya ascendían a $459.
“Estoy feliz, y le doy gracias a Dios, que me han ayudado”, agregó Valenzuela.
Es muy importante, tras un caso de robo de identidad, como le paso al señor Valenzuela, congelar su crédito y revisar muy de cerca su reporte crediticio, para asegurarse de que no haya otras cuentas ficticias abiertas bajo su nombre.