La familia de un joven que murió abatido por oficiales de policía de Los Ángeles hace varios días denunció que los oficiales le dispararon por la espalda y le negaron asistencia médica mientras agonizaba.
Ahora exigen que se realice una investigación sobre el hecho.
“[Dispararon] cinco balazos y tres fueron los que le pegaron en la espalda”, cuenta su madre, Esmeralda Larios. “Los policías ni siquiera le daban resucitación ni el CPR, nada, nada”.
Alexander Aguilar Larios, de 20 años, falleció la noche del 11 de junio tras ser abatido a balazos a unos pasos de su apartamento, en el complejo habitacional San Fernando Gardens de Pacoima.
Oficiales del Departamento de Control de Pandillas de la División Foothill persiguieron al vehículo en donde viajaba el joven como pasajero debido a que iba a exceso de velocidad.
Según el LAPD, los agentes patrullaban en el área de la avenida Lehigh y la calle Carl cuando vieron un sedán de color oscuro acelerando por el área.
Local
Los oficiales siguieron al vehículo con la intención de hacer una parada de tráfico, pero el conductor se detuvo repentinamente y el pasajero delantero, Aguilar Larios, salió “armado con una pistola y comenzó a correr hacia un conjunto residencial”, dijo la policía en un comunicado.
"Los agentes dijeron que estaban persiguiendo a pie a Aguilar-Larios, quien finalmente cayó al suelo mientras sostenía una pistola en su mano derecha", dijo la policía en un comunicado. "Como Aguilar Larios se levantó para seguir huyendo", la policía le disparó.
Según la madre de Aguilar Larios, vecinos que presenciaron el incidente gritaban pidiendo a los oficiales que ayudaran a su hijo. Señala que muchos de ellos grabaron videos con sus teléfonos celulares en los que se observa cómo, en lugar de asistirlo, le colocaron las esposas cuando se encontraba agonizando.
“En vez de ayudarle tras que le dispararon en la espalda, no le ayudaron”, dice su madre. “Más bien le pusieron las esposas y todo el mundo comenzó a gritarles, ayúdenle, ayúdenle”.
La policía señaló en su comunicado que el joven había sido trasladado a un hospital, donde murió poco tiempo después.
También indicaron que en el lugar se encontró una pistola calibre 9 mm.
“El ya temía por su vida en estos barrios pero nunca temimos a la policía y nunca pensamos que un policía nos iba a matar por la espalda por eso mi hijo tenía esa arma para protección nada más”, dice la madre del joven.
El LAPD identificó al oficial involucrado en el tiroteo como Daniel Ramírez.
La madre del joven solo espera ahora que la investigación y las cámaras corporales de los oficiales sean determinantes para que se haga justicia por la muerte de su hijo.
“Yo quiero fuerzas y eso es lo que necesito, para que me ayuden todo el mundo para darle una justicia”.
El conductor del vehículo que seguían los agentes se dio a la fuga y permanece prófugo. Esa persona no ha sido identificada. La policía no ha revelado otros detalles, y dijo que la investigación continuaba.
