LOS ÁNGELES — La fiscalía anunció este miércoles que se buscará la pena de muerte contra una mujer de Lancaster y su novio, acusados del asesinato por tortura de su hijo de 10 años.
Heather Barron, de 29 años, y Kareem Leiva, de 33, siguen encarcelados sin derecho a fianza en relación con la muerte del 21 de junio de 2018 de su hijo, Anthony Avalos.
Los fiscales alegan que Anthony fue torturado gravemente durante los últimos cinco o seis días de su vida por su madre y Leiva. El presunto abuso incluyó azotar al niño con un cinturón y una cuerda enrollada, verterle salsa picante en la cara y la boca, sujetarlo por los pies y dejarlo caer sobre su cabeza repetidamente, según una presentación de la corte de la fiscalía.
A principios de este mes, los familiares del joven anunciaron una demanda contra el condado de Los Ángeles, acusando al condado y a varios trabajadores sociales de no responder adecuadamente a los informes de abusos de Anthony y sus hermanos.
La demanda del Tribunal Superior de Los Ángeles presentada en nombre del padre, la tía, el tío y los seis medios hermanos de Anthony solicita daños por más de $50 millones.
En declaraciones a los periodistas, la tía del niño, María Barron, con lágrimas en los ojos, repitió la afirmación de la familia de que el Departamento de Servicios para Niños y Familias no protegió a su sobrino, alegando que si los trabajadores sociales “hubieran hecho su trabajo cuando llamábamos y les decíamos qué estaba pasando, no estaríamos aquí hoy”.
Ella dijo que su sobrino “probablemente estaría practicando con la banda, comenzando el sexto grado''.
Los fiscales presentaron un documento judicial el miércoles que resume la evidencia de factores agravantes en el caso, incluidas “fotografías gráficas, videos gráficos, técnicas de tortura, herramientas de tortura'' y más.
El documento también incluye una acusación de que Heather Barron, a sabiendas, dejó a Anthony solo con un presunto abusador de menores, lo que llevó al abuso sexual del niño en 2013.
Los fiscales también alegan en el documento que Barron y Leiva vieron” videos pornográficos” frente al niño y uno de sus hermanos, y también realizaron “actos sexuales entre ellos” frente a los niños.
También declaran en el documento que presentarán evidencia de “dolor y sufrimiento extensos, abuso infantil, aislamiento, abuso crónico y estrés, tortura y abuso mental de Anthony Avalos”.
Según el documento, los fiscales sostienen que Leiva es un miembro activo de la pandilla callejera MS-13 y agredió a otro interno de la cárcel en julio con una caña.