El Departamento de Policía de Orange ha sido parte de un tipo diferente de trabajo policial que no involucra luces ni sirenas durante 20 años.
El departamento, que implementa el programa de Atención a la Comunidad Hispana, celebró el miércoles la ceremonia de graduación de su última promoción.
"Estoy muy feliz de completar las seis reuniones y obtener mi certificado aquí", dijo Elia Vásquez, una de los 35 graduados este año.
La residente de Orange, madre de dos hijos, salió del aula con un certificado y la confianza de los oficiales. "Después de terminar la clase, me siento más segura para llamar a la policía", dijo Vázquez, quien planeaba compartir su experiencia con sus vecinos.
"Voy a hablar con la gente porque la policía está aquí para la comunidad". Los participantes pueden vislumbrar todos los aspectos de la actividad policial: desde un vistazo a las patrullas hasta el entrenamiento de la unidad K9 y la lucha contra las pandillas.
El programa, que se imparte en español, se asoció con el Distrito Escolar Unificado de Orange este año. Cada año, durante las últimas dos décadas, el objetivo es el mismo.
"Se dan cuenta de que son parte de nuestra comunidad, de que somos uno", dijo el teniente Phil McMullin, oficial de información pública del departamento. "Queremos el mismo objetivo. Quieren comunidades seguras donde puedan criar a sus hijos. Quieren poder vivir libres de drogas y delitos, y queremos que se sientan cómodos llamándonos".
Local
La policía dijo que ese nivel de comodidad no siempre es el mismo, especialmente con la comunidad de habla hispana.
Según el censo de EEUU, alrededor del 34 % de las personas que viven en la ciudad de Orange son latinas.
"Ha habido ocasiones en las que se han tenido conceptos erróneos de que deportaríamos a las personas, que no querrían denunciar la violencia doméstica, que no querrían denunciar por miedo a represalias", dijo McMullin.
"Queremos que sepan que cuando trabajamos juntos podemos detener ese crimen, pero necesitamos la ayuda de la comunidad".