Una parte de la calle Figueroa en el sur de Los Ángeles rodeada por casi dos docenas de iglesias y varias escuelas ha sido un caldo de cultivo para la trata de personas, lo que llevó a los funcionarios de las agencias federales, de la ciudad y del condado de Los Ángeles a lanzar una iniciativa de represión sin precedentes, anunciaron los funcionarios el miércoles.
La Iniciativa contra la Trata de Personas del Corredor Figueroa se centrará en los traficantes sexuales que a menudo explotan a niñas de hasta 11 años con violencia, intimidación y abuso psicológico a lo largo del Corredor Figueroa, un tramo de 3 millas y media de la calle Figueroa entre Gage Avenue e Imperial Highway, dijo el fiscal federal Martin Estrada junto a la alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, el jefe de policía de Los Ángeles, Dominic Choi, el fiscal de distrito del condado de Los Ángeles, George Gascón, y la fiscal de la ciudad de Los Ángeles, Hydee Felstein Soto.
“Burdel al aire libre” en el sur de Los Ángeles
El Corredor Figueroa ha estado plagando el vecindario formado por negocios y residencias durante años, según Estrada.
"Hay 23 iglesias en el área y cinco escuelas secundarias y escuelas primarias. Pero esta zona también es el epicentro de la trata de personas, donde las niñas y las mujeres son explotados y abusados todos los días”, dijo el Fiscal de los Estados Unidos.
Las condiciones en el Corredor Figueroa son horrendas, dijo Estrada, ya que las niñas y las mujeres se ven obligadas a trabajar en el comercio sexual incluso durante el día. Y por la noche, la zona se convierte en un “burdel al aire libre”, explicó Estrada.
“Vemos niñas menores de edad caminando por ahí con casi nada, sin importar el clima, con proxenetas acechando cerca en autos supervisando todo”, describió.
Local
A través de esta iniciativa, las autoridades de Los Ángeles se coordinan con los investigadores federales, con el objetivo de identificar, detener y procesar a los traficantes de personas.
Proteger a menores en casas de acogida
Entre los arrestos y acusaciones recientes, dos personas están acusadas de atraer a una niña de 13 años que vivía en un hogar comunitario antes de obligarla a ejercer la prostitución.
Nanci Jasmin Castillo, de 31 años, y Jonathan González-Reyes, de 38, ambos de Anaheim, se hicieron amigos de la adolescente proporcionándole primero alcohol, según informó la Fiscalía de los Estados Unidos. Luego, supuestamente la agredieron sexualmente antes de filmar y tomar fotografías del ataque.
La colaboración entre las agencias federales y de Los Ángeles también ha llevado a la condena de Donavin Dwayne Brandford, de 33 años, que ahora cumple cadena perpetua en una prisión federal por reclutar a adolescentes de hogares comunitarios y obligarlas a trabajar como prostitutas en el Corredor Figueroa y otros lugares.
Víctimas de tan solo 11 años
La alcaldesa Bass dio la bienvenida a la iniciativa de varias agencias para limpiar el Corredor Figueroa, que “ha sido un problema durante muchos, muchos años”, y destacó que muchas de las víctimas son niñas pequeñas, que ya habían sido abusadas y descuidadas por su familia antes de ser puestas en el sistema de hogares de acogida.
“Lo que es común es que las niñas sean traficadas a los 12 años”, dijo Bass. “Con el lanzamiento de este esfuerzo, sé que podremos poner fin a este flagelo”.
También aplaudió a las autoridades federales y locales por reconocer que las niñas de la calle Figueroa son víctimas.
“Me sentí muy orgullosa de escuchar a los oficiales referirse a las niñas como víctimas de trata y como víctimas. Eso es un cambio cultural”, dijo Bass. “Han sido necesarios muchos años para que la sociedad vea a las niñas como víctimas y no como criminales, y para que comprenda que es un fracaso de nuestra sociedad”.
En los últimos seis meses, la policía de Los Ángeles ha rescatado a 84 menores de la zona, incluyendo una de tan solo 11 años, dijo el jefe del Departamento de Policía de Los Ángeles, Choi.
Personas desnudas en la calle
Mientras que los que viven cerca del Corredor Figueroa se han estado quejando de la prostitución en su vecindario, una mujer dijo que sus preocupaciones se han profundizado a medida que su hija de 5 años se hace mayor.
"Mi hija no podía salir a jugar porque alguien podía estar desnudo por la calle", dijo Helen Elaine Lee.
Lee dijo que, a medida que su hija crece, se hace más preguntas sobre lo que ve en su vecindario.
"Veía a alguien joven como su sobrina o primos más jóvenes. Ahora se pregunta por qué esa niña puede caminar por la calle con ese tipo de ropa puesta, (diciendo) '¿Eso no es para la piscina o la playa?'"
