En los últimos años, el cambio climático ha continuado generando inquietud entre algunos científicos que incluso han llegado a comparar la crisis a una plaga natural.
Expertos en el tema pronostican que, localmente, los impactos podrían afectar a los bolsillos de todos los californianos.
“El cambio climático tiene implicaciones variadas: el derretimiento de glaciares, el flujo del agua y a la contrastante sequía, así como inviernos más fríos, a su vez existen afectaciones a las personas”, destaca Mario Giraldo, profesor de Aplicaciones de Teledetección al Análisis Ecológico en CSUN.
En California, estos cambios ya afectan drásticamente al Estado Dorado.
“Los problemas de sequías en California son bastante severos, pero son cíclicos”, destaca Giralda. “Esto quiere decir [que], en unas épocas vamos a tener más abundancia de agua, mientras que en otras vamos a tener mayor severidad de las sequías”.
Estos ciclos, destaca Giraldo, pueden extenderse entre 3 y 7 años. Algunas veces, podrías ser períodos muy fuertes.
Efectos a largo plazo
Este problema, sin embargo, también podría presentarse en los hogares, al abrir la llave del agua.
“En algún momento va a haber sitios en donde ellos no tengan acceso al agua”, dice Giraldo. “Sitios en California o pequeños pueblos y pequeñas zonas residenciales que no van a tener acceso al agua y por lo tanto se van a volver inhabitables”.
Actualmente, los condados de Ventura y Los Ángeles se encuentran bajo sequía extrema y, si este panorama continúa, significaría un costo extra para los agricultores y el bolsillo de los residentes en la zona.
“Los costos que vamos a tener al aumentar el sistema de irrigación. Ahí viene un costo”, dice Joaquin Valadez, agricultor en Oxnard. “Tenemos que cambiar, hacer algo nuevo, técnicas nuevas para evitar el uso excesivo del agua. Son miles y miles de dólares”.
En los campos de cultivo del Valle Central de California se produce casi el 50% de las frutas y verduras del país.
Allí, sin embargo, la sequía amenaza con afectar a todos en forma directa.
La disminución de terrenos de cultivos y la emigración de jornaleros o empresas empacadoras a otros estados, con mayor disponibilidad de agua, contribuye con aumento del costo de verduras y frutas en California y en resto del país.
Aunque el COVID-19 no detuvo las manos de jornaleros en el campo, se calcula que será el cambio climático el que no dará tregua en golpear aún más la economía después de la pandemia.
“Toda la agricultura tuvo muy poco apoyo [durante la pandemia]”, dice Valadez. “Que la gente valore lo que se lleva a la mesa. Vegetales y todo eso, viene de esta gente que, afortunadamente nos está dando una alimentación y que necesita un reconocimiento”.
Actualmente, un 73% del estado se encuentra bajo sequía extrema. Los californianos pueden ayudar, solicitando los programa de ahorro de agua que ofrecen algunos condados. Para tener acceso a esos programas, haga clic aquí.