Una ceremonia de toque de campanas y un momento de silencio en memoria de las víctimas del ataque terrorista de 2015 en San Bernardino se llevó a cabo este lunes, nueve años después del tiroteo que mató a 14 personas e hirió a casi dos docenas más en un evento anual de capacitación.
El lunes se cumplen nueve años desde el tiroteo en el Inland Regional Center. El condado realizó un momento de silencio en línea, a las 10:55 a.m., en memoria de las víctimas.
Trece empleados del condado murieron en el ataque.
En el campus de Cal State San Bernardino, una campana en el Jardín de la Paz del campus sonó 14 veces en honor a cada persona asesinada como parte de un Día del Recuerdo anual. El evento está programado para las 3 p.m.
Cinco personas asesinadas en el ataque eran exalumnos de la universidad. El Jardín de la Paz del campus cuenta con un pedestal de cinco lados con una campana en la parte superior. Cada lado tiene una placa con el nombre y la información del título de cada exalumno.
"Recuerdo los momentos después de las clases y las platicas. Uno de ellos quería ser vicepresidente del consejo de estudiantes. Todos llenos de vida", dijo el profesor Lal Mian.
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"Es muy duro, pero tenemos que vivir muy duro con eso. Eran jóvenes que tenían toda su vida por delante y esa vida fue truncada".
Las banderas en los edificios del condado de San Bernardino se bajaron el lunes a media asta.
Un monumento permanente se encuentra en el lado este del Centro de Gobierno del Condado de San Bernardino en el centro de San Bernardino. El monumento Curtain of Courage incluye una placa con los nombres de las 14 personas asesinadas.
Las personas fallecidas en el ataque fueron Robert Adams, de 40 años; Isaac Amanios, de 60; Bennetta Betbadal, de 46; Harry Bowman, de 46; Sierra Clayborn, de 27; Juan Espinoza, de 50; Aurora Godoy, de 26; Shannon Johnson, de 45; Larry Daniel Kaufman, de 42; Damian Meins, de 58; Tin Nguyen, de 31; Nicholas Thalasinos, de 52; Yvette Velasco, de 27; y Michael Wetzel, de 37.
“Él no vivió por mucho tiempo pero su visión la mantenemos viva”, señaló Abraham Amanios, familiar de una de las víctimas. “Quería lo mejor para su familia y ellos están muy bien después de 9 años”.
Los atacantes, un estadounidense que trabajaba para el condado de San Bernardino y su esposa, murieron más tarde en un tiroteo con agentes de la ley al final de una persecución en un todoterreno. Armados con armas de fuego, cientos de municiones y explosivos, abrieron fuego en la sala de conferencias con unas 70 personas en el interior.