Familiares, amigos y compañeros de trabajo se reunieron el jueves en la Catedral de Nuestra Señora de Los Ángeles para dar el último adiós al ayudante del alguacil del condado de Los Ángeles que fue asesinado a tiros en su patrulla el mes pasado cerca de la estación del alguacil de Palmdale.
En un servicio cargado de emociones, familiares, amigos y colegas se despidieron el jueves de un ayudante del alguacil del condado de Los Ángeles que fue asesinado a tiros en su patrulla cerca de la estación del alguacil de Palmdale pocos días después de comprometerse con el amor de su vida.
Ryan Clinkunbroomer, un agente de 30 años, perteneciente a una cuarta generación familiar que han ejercido en las fuerzas del orden público, fue homenajeado en una misa en la Catedral de Nuestra Señora de los Ángeles, que se llenó hasta el tope con personal encargado de hacer cumplir la ley, dignatarios y familiares que lo describieron como el agente por excelencia, amigo y prometido.
“Sé que dejó este mundo lleno de amor”, dijo la prometida de Clinkunbroomer, Brittany Lindsey, mientras luchaba por contener las lágrimas. “Él estaba listo para entregarme su vida y yo estaba listo para entregarle la mía. Daría cualquier cosa en el mundo por tenerlo aquí. Ojalá pudiera besarlo, abrazarlo, decirle por última vez que lo amo. Es el mejor chico que he conocido y mi mejor amigo.
“Él no se merecía esto. Nunca entenderé por qué le pasó esto. Amaba su trabajo. Iba a trabajar todos los días con una sonrisa y estaba muy orgulloso de cuidar de su comunidad. Es un verdadero héroe”, dijo.
“Ryan, quiero que sepas lo orgullosa que estoy de ti y lo mucho que me inspiraste a ser una mejor persona. No sé cómo me las arreglaré sin ti aquí, pero te prometo que seré fuerte por ti. Te amo con todo mi corazón y te extraño más de lo que nadie sabrá. Me duele que nuestro futuro se haya visto truncado. Sé que hubieras sido un esposo y padre increíble. Por favor cuida a tus hermanos y hermanas de azul. Dales la gracia de continuar con tu legado. Te amo mucho, hasta que te vuelva a ver.”.
Varios de los compañeros adjuntos de Clinkunbroomer hablaron de su amistad y de su dedicación al trabajo, a sus amigos y a su familia.
“Este vínculo que tenía con él... va a ser difícil tener ese vínculo con alguien más”, dijo el agente Andrew De La Rosa. “... Clink era perfecto cuando se trataba de patrullar. Hizo todo bien, todo según las reglas. Y fue suave, muy suave con lo que hizo. ... Cuando veias a Clink, supiste que se iba a manejar perfectamente".
El padre de Clinkunbroomer, Michael, contó historias sobre cómo su hijo creció y siguió los pasos de su familia hasta llegar al departamento del alguacil, y sobre su orgullo por el éxito de su hijo.
“No le decimos adiós, Ryan, sino que le damos las gracias”, dijo. “Te agradezco, Ryan, por hacer de mí un mejor ser humano. ... Gracias, Ryan, por tu amor por la vida. ... Tu madre y yo siempre te extrañaremos. Te veré algún día en el cielo. Eres mi heroe”.
Clinkunbroomer recibió un disparo el 16 de septiembre, alrededor de las 6 p.m., mientras estaba sentado en su patrulla en un semáforo cerca de la estación en la intersección de Sierra Highway y East Avenue Q.
El video captado en el lugar mostró un sedán de color oscuro deteniéndose detrás de la camioneta patrulla, luego se acercó lentamente al lado del conductor del vehículo del oficial, se detuvo y posteriormente se alejo.
Los funcionarios del alguacil dijeron que un buen samaritano se detuvo para brindar ayuda después del tiroteo y que el oficial herido fue trasladado al Centro Médico del Valle del Antílope. Murió esa misma noche.
El presunto asesino de Clinkunbroomer, Kevin Eduardo Cataneo Salazar, de 29 años, de Palmdale, fue arrestado dos días después del asesinato, luego de un enfrentamiento en la casa de su familia.
Fue acusado de asesinato y se declaró not guilty por motivos de demencia.
