Shohei Ohtani vistiendo un uniforme de los Dodgers para su debut en el Dodger Stadium es un titular por sí mismo.
Pero sin importar cuánto intentó Ohtani aclarar las cosas y su nombre durante una conferencia de prensa, el primer partido en casa del jueves no estuvo exento de preguntas sobre lo que sucedió fuera del campo.
"La gente siempre se preguntará: ¿Shohei sabía?" dijo David Vinturella, instructor de la Universidad de Nevada, Las Vegas (UNLV).
Vinturella, quien creó e imparte un curso de apuestas deportivas en la UNLV, uno de los primeros de su tipo en el país, explicó que existe la posibilidad de que la transferencia de millones de dólares de la cuenta de Ohtani haya pasado desapercibida.
"Puede suceder en un lugar como California porque California no está regulada desde la perspectiva de las apuestas deportivas, porque no es legal", dijo Vinturella. "En lo que respecta a cualquier organismo gubernamental, se trata de dos personas que realizan transacciones de dinero de alguna forma o modo en el que han llegado a un acuerdo entre ellos".
Esos dos individuos son el ex amigo cercano e intérprete de Ohtani, Ippei Mizuhara y Matthew Bowyer, corredor de apuestas del condado de Orange con quien Mizuhara supuestamente hacía apuestas deportivas. Ohtani dijo a los periodistas que Mizuhara había estado robando dinero de su cuenta y, hasta hace varios días, la estrella del béisbol dijo que no sabía que esto estaba sucediendo.
"Una transferencia de esa cantidad no es inusual para una persona que gana ese tipo de dinero", dijo Vinturella.
Las acusaciones implican que Mizuhara transfirió 4.5 millones de dólares de la cuenta de Ohtani a Bowyer, según NBC News. NBC Los Ángeles aún no sabe cómo pudo hacerlo.
"¿Quién tenía autoridad para ejecutar esas transferencias electrónicas? ¿Tenía el intérprete autoridad para esas transferencias electrónicas?" preguntó Peter Grupe, que dirige su propia empresa, Grupe Security and Consulting.
Grupe, quien también fue el agente especial del FBI a cargo de los delitos de cuello blanco de la agencia en Nueva York, cree que las transferencias electrónicas deberían haber levantado señales de alerta ante alguien del personal de Ohtani y los bancos.
"Deberían existir ciertos parámetros en los que los bancos tengan una responsabilidad afirmativa de 'KYC': conocer a su cliente", explicó. "Hay que asegurarse de que el dinero no provenga de actividades ilegales, no se utilice para financiar el terrorismo y similares".