Tras uno de los incendios más devastadores de los últimos tiempos, la casa de Gene y su hijo Patrick Golling en el barrio de Palisades Highlands es una de las pocas que sobrevivió.
Aunque muchos miembros de su comunidad lo perdieron todo, los Golling atribuyen la preservación de su propiedad a dos factores críticos: la limpieza de la maleza y un sistema de riego poco convencional alimentado por una bomba casera.
La piscina de 20,000 galones de los Golling se vació para que sirviera como fuente vital de agua cuando el incendio de Palisades amenazó su barrio a principios de esta semana.
El sistema, que utiliza una bomba de agua alimentada por un motor Honda, fue instalado por Gene Golling el verano pasado después de ver un anuncio en Internet sobre el equipo. Con un costo de poco menos de 3,700 dólares, fue una medida de precaución.
"Me imaginé que esto se quemaría", dijo Gene Golling, reflexionando sobre su decisión de comprar el sistema. "Me dije a mí mismo: esto sería una catástrofe".
Aunque los Golling no podían predecir la magnitud ni la proximidad del incendio, ya habían probado el sistema meses antes. En caso de incendio, la bomba les permitiría utilizar el agua de su piscina para rociar el área circundante.
El sistema funcionó como estaba previsto. El martes, mientras el fuego avanzaba, los Golling hicieron funcionar el sistema durante 10 horas seguidas, empapando la ladera que rodea su casa.
“Cuando volvimos el jueves, nos sorprendió mucho ver este árbol que se había incendiado y esta colina de abajo”, dijo Patrick Golling, describiendo el camino del fuego a través de su vecindario. “Fue entonces cuando se nos ocurrió que, si no hubiera estado empapado durante cinco horas, el fuego se habría encendido y quemado todo”.
La casa de los Golling, junto con un puñado de otras en la zona, se encuentra entre las pocas afortunadas que han sobrevivido al incendio. Patrick Golling expresó su empatía por sus vecinos, muchos de los cuales no tuvieron tanta suerte.
La familia enfatizó la importancia de la preparación para futuros incendios.
“La gente debería estar mejor preparada para futuros incendios”, dijo Patrick. “Los incendios no van a desaparecer”.
Los Golling esperan que su experiencia pueda servir como lección para otras personas en áreas propensas a incendios.
El sistema que instalaron puede no ser asequible para todos, pero hay otras medidas que los propietarios pueden tomar. Además de su sistema de agua, los Gollings alejaron los muebles del patio de su casa y limpiaron la vegetación muerta de su propiedad.
Para aquellos que no tienen piscina, recomiendan invertir en tanques de almacenamiento de agua que se puedan conectar a un sistema de rociadores, lo que garantiza que los valiosos recursos hídricos no se agoten mientras se realizan los esfuerzos de extinción de incendios.
Si bien la historia de los Gollings ofrece un rayo de esperanza, también resalta la dura realidad de vivir en áreas propensas a incendios forestales. A medida que el cambio climático intensifica el riesgo de incendios tan devastadores, la preparación puede marcar la diferencia entre la supervivencia y la pérdida.