La salud mental puede fracturarse en cualquier momento difícil de una persona, pero cuando ya se padece de una enfermedad crónica sin cura, esa combinación puede ser muy peligrosa.
"Me llama la doctora y me dice: 'Dennys, yo te tengo que decir algo, te quedan dos años de vida'", contó Dennys René Rivas Williams, quien sufrió de una enfermedad pulmonar.
Con cada respiro que da, vence a un destino que lo quiso acorralar. "Si yo no hubiese logrado el trasplante, yo me hubiera muerto", agregó.
Dennys, un inmigrante de Guatemala, hoy respira oxígeno arropado de esperanza, gracias a que hace un año, recibió un doble trasplante de pulmón.
"Me puse nervioso, me despedí de mis hijos, de mis hermanos, de mi papá, de mi pareja", dijo Dennys, quien tenía 36 años en ese momento.
Al despertar de la cirugía, recuerda que "le dije a mi papá, le agarré la mano, y le dije 'gracias por todo y te amo', pero esto no se lo deseo a nadie".
Por más de siete años, según contó, Dennys trabajó cortando y puliendo mostradores para baños y cocinas.
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"Nosotros trabajábamos en seco, el material en seco. Fueron unas grandes nubes de polvo", indicó el hombre.
Pero en el 2022, empezaron los síntomas y tuvo que dejar de trabajar. "Y empiezo a respirar por la boca y me dice mi papá: '¿Qué tenés?'", recordó.
Dennys fue diagnosticado con silicosis: una enfermedad sin cura, que puede llegar a ser crónica.
"Es mortal, porque la progresión es algo que no se puede parar", aseguró la doctora Jane Fazio, neumóloga de UCLA.
"Es una enfermedad causada por la inhalación del polvo de sílice, sílice cristalina", agregó Fazio. "El polvo entra y se inflaman los pulmones y poco a poco se hace cicatrización", explicó.
La sílice es un compuesto mineral encontrado en ese material.
"Al cortar, lijar, perforar y pulir piedras artificiales, las lozas de piedras artificiales suelen contener más del 90% de sílice", explicó José Escobar, del Departamento de Salud Pública del Condado de Los Ángeles.
La mayoría de los afectados "son inmigrantes, de Latinoamérica, hombres en sus 30, 40 años, que tienen niños chiquitos", dijo la doctora Fazio.
Antes del trasplante, Dennys dependía de un tanque de oxígeno para respirar, pero también estaba librando otra batalla. "Yo estaba tocando fondo con una depresión", reveló.
"Cualquier persona con una enfermedad donde son diagnosticadas y tienen un impacto donde no pueden funcionar al nivel que estaban, empiezan a pasar cosas, sentimientos de angustia", señaló Antonio Bañuelos, gerente de programas del Departamento de Salud Mental del Condado de Los Ángeles.
Según un estudio, más del 99% de los pacientes con silicosis mostró síntomas de ansiedad, y el 86% tuvo síntomas de depresión.
Dennys indicó que con "el trasplante, uno piensa, 'ya la libré' y no, no la libra uno".
De acuerdo con expertos, son seis años el promedio de supervivencia de aquellos con trasplantes de pulmón.
"El trasplante de pulmón es necesario en pacientes con silicosis avanzadas que califican y que de otra manera morirían", dijo Escobar.
Por lo tanto, Dennys fue a terapia emocional. "Me ha impactado demasiado, en el sentido de que tienes un cambio de humor que ni tú te lo aguantas", dijo.
Bañuelos aseguró que "en este caso es como cuando uno pierde algo, y no estamos hablando en el caso de cuando se muere alguien, pero se puede casi comparar la pérdida de la salud, la pérdida de ser independiente, de no depender de otros, de contribuir a la familia, todo eso es significativo".
"Yo llegué al extremo de decirle a mi pareja: 'Sabes qué, si quieres vete, si quieres irte, vete, porque este es un proceso largo, no sé si lo vayas a lograr aguantar conmigo'", narró Dennys.
Pero su familia no lo abandonó. "Le agradezco mucho a ella que haya estado conmigo", expresó el hombre.
El amor en casa ha sido su escudo ante el futuro. "Tengo el apoyo de mi familia. Tengo mis hijos y yo los quiero ver ser alguien en la vida. Siempre me agarré de Dios, y gracias a Él, pues yo estoy aquí contándote mi historia", dijo.
En California, 15 personas han fallecido por silicosis, y más de 250 han sido diagnosticadas desde el 2019, de acuerdo con cifras oficiales.
Si estás pasando por una crisis de salud mental, llama al 988.
Este reportaje fue hecho en colaboración con el Centro para el Periodismo de la Salud de USC.