Todas las pertenencias de un vendedor ambulante fueron destruidas por un hombre en Woodland Hills.
Un vendedor ambulante de frutas se quedó sin su medio de sustento después que un hombre, armado con un hacha, destruyera su puesto en Woodland Hills.
El hecho ocurrió el domingo en una esquina de ese vecindario de Los Ángeles mientras Jonathan Álvarez se encontraba vendiendo sus productos. Según Álvarez, el hombre se acercó y comenzó a insultarlo con vulgaridades, diciendole que se fuera del lugar.
Además de los insultos, el hombre comenzó a lanzar los productos al suelo.
“Yo, vendiendo mis cosas y él, tirando mis cosas”, cuenta Álvarez. "A mi no se me hace justo eso”.
“Temí por mi vida”
Una señora le preguntó por qué estaba destruyendo el puesto y el hombre le respondió que la venta en la calle es ilegal.
El hombre se alejó del lugar pero regresó una hora después, armado con un hacha.
“Temí por mi vida, porque me dijeron que amenazó con matarme”, cuenta Álvarez. "Verlo con un hacha y acercándose a mi, me asusto".
Álvarez decidió no arriesgarse y se alejó. Mientras el hombre destruía su puesto, trató de comunicarse con la policía pero no dio resultado. Solo se limitó a grabarlo con su celular.
Mike, un activista comunitario que apoya a los vendedores ambulantes, asegura que no es la primera vez que este mismo hombre ataca a un trabajador en Woodland Hills.
“Me duele mucho el corazón”, dijo Mike. “No puedo creer que hay gente aquí que son muy malos”.
Detención del sospechoso
La policía de Los Ángeles confirmó la detención del sospechoso, quien vivía cerca del lugar donde se encontraba el vendedor.
Un grupo de vecinos protestaron el lunes frente a la casa del hombre, poco antes de las autoridades lo detuvieran.
Las autoridades también confirmaron un hecho similar, hace unos meses, con el mismo sospechoso. El incidente fue clasificado como vandalismo.
Continuar con su trabajo
El joven tiene poco más de un año vendiendo frutas pero el domingo en la tarde fue la primera vez que se ubicó en la esquina de la Dumetz Road y la Avenida Canoga, en Woodland Hills.
Aunque asegura que perdio $1,000, reunira el dinero para dedicarse a lo que más le gusta: vender frutas
