MÉXICO - Con devoción y fe, Mónica puso la ceniza en su frente y luego rezó, al igual que lo hicieron miles de mexicanos que este día celebraron lejos de los templos el Miércoles de Ceniza.
“Buenas tardes, ¿me puede obsequiar una bolsita?, dijo Jovita Sánchez, quien acudió previamente a recoger el recipiente que llevaba el polvo negro.
Luego, ante la luz que asegura representa al Señor, lo bendijo para llevarlo a su familia.
"Voy a hacer de padre (sacerdote), les rezo y ya les echo la cenicita en la cara", dijo Sánchez.
Durante varios días las iglesias del país estuvieron entregando porciones de cenizas a sus creyentes, ya que debido a la pandemia los sacerdotes, indica Osvaldo Trejo, están imposibilitados a untarlas, por lo que cada quien deberá hacerlo esta vez en sus hogares.
"Esto también nos recuerda que la casa es la iglesia doméstica donde se forman los valores cristianos, morales y cívicos", afirmó el sacerdote Trejo.
Y quienes prefirieron no salir, tampoco se quedaron sin participar en esta tradición que marca el inicio de la Cuaresma.
La Arquidiócesis publicó en sus redes sociales un tutorial de cómo hacer paso a paso las cenizas, y muchas familias lo siguieron para poder participar en este ritual católico.
“La prendemos, porque estuve mala (enferma), estoy mala y no puedo salir", dice Leticia Guante, quien quemó en un plato la palma bendita que guardó del Domingo de Ramos del año pasado y con lo que quedó le hizo la marca a los suyos.
"Me arrepiento de mis pecados, polvo eres y en polvo te convertirás”, les dijo Guante.
En las iglesias que abrieron sus puertas, los padres no tocaron a los feligreses, solo les dejaron caer un poco de ceniza en la cabeza.
