CIUDAD DE MÉXICO - Cientos de estudiantes mexicanos de Ayotzinapa que exigen encontrar a sus 43 compañeros desparecidos en 2014 chocaron este viernes con agente de la Guardia Nacional (GN) en una protesta en una caseta de la carretera hacia Acapulco.
Alrededor de 500 agentes de la Policía del sureño estado de Guerrero y de la Guardia Nacional cercaron a los estudiantes, quienes intentaban tomar la caseta de Palo Blanco de la llamada Autopista del Sol, que conecta a Ciudad de México con Acapulco.
En medio de piedras, palos y golpes, los agentes de seguridad contuvieron a los manifestantes con escudos antimotines.
"Son estos los policías que siempre golpean a estudiantes, estudiantes que vienen exigiendo justicia, justicia por las caídas que hemos tenido", denunció uno de los líderes de los estudiantes con el rostro cubierto a medios de comunicación.
En semanas recientes, los jóvenes han utilizado de forma creciente la toma de casetas para exigir justicia por los 43 estudiantes que desaparecieron el 26 de septiembre de 2014 en Guerrero, en el sur de México.
Aunque el gobierno de Andrés Manuel López Obrador ha prometido resolver el caso desde que llegó a la presidencia en 2018, aún se desconoce el paradero de los jóvenes.
"Nosotros somos una escuela de lucha, una escuela que no se queda callada, no se queda sumisa ante los atropellos del gobierno, un gobierno en turno que nos quiere callar, nos sigue tirando puras mentiras", exclamó otro de los estudiantes al inicio de la manifestación.
Pero la gobernadora de Guerrero, la oficialista Evelyn Salgado, ha afrontado crecientes presiones por la toma de casetas, por lo que este jueves pidió a las fuerzas federales resguardarlas de "vándalos" que las usan para adquirir dinero.
La presión también ocurre porque este fin de semana en México es el puente festivo de la Constitución, por lo que la autopista a la popular playa de Acapulco será una de las más transitadas.
Las autoridades de federales intentaron llegar a un acuerdo con los estudiantes de la normal, aunque algunos jóvenes denunciaron que hubo lesiones, no confirmadas aún de manera oficial.
Autoridades, como el secretario de Seguridad Pública de Guerrero, Evelio Méndez Gómez, únicamente reportan las lesiones de 17 agentes policiales, pero no dicen nada del lado estudiantil.
El gobierno de Enrique Peña Nieto (2012-2018) promovió la "verdad histórica" que señalaba que los estudiantes fueron detenidos por policías corruptos en Iguala y entregados al cartel Guerreros Unidos, que los mató e incineró en un basurero de Cocula.
Pero la administración de López Obrador ha desmentido esa "verdad", al coincidir con familiares y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y su Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), que señaló que los cuerpos no pudieron ser quemados en ese lugar.