CIUDAD DE MÉXICO- Los partidos que antaño se repartían el poder en México concurren en las elecciones del 6 de junio en una inédita coalición opositora que denuncia el "peligro" para la democracia que supone el presidente Andrés Manuel López Obrador, mientras busca deshacerse del estigma de la corrupción.
"Va por México" es el nombre con el que bautizaron a la ecléctica unión entre el derechista Partido Acción Nacional (PAN), el otrora hegemónico Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD) para mermar el poder del presidente.
Su objetivo es evitar el triunfo del oficialista Movimiento Regeneración Nacional (Morena) en la Cámara de Diputados, 15 gobiernos estatales, 30 Congresos locales y los miles de ayuntamientos en juego en las mayores elecciones de la historia de México.
UNIDOS CONTRA EL PRESIDENTE
"Construimos una alianza que no fue sencilla, con partidos que en muchas ocasiones fueron nuestros adversarios, sin embargo, nos unió rescatar a este país del desastre", dijo la secretaria general del PRI, Carolina Viggiano.
El PRI fue el partido que copó el poder en México durante siete décadas hasta que en el año 2000 el PAN le arrebató la presidencia, con Vicente Fox y luego Felipe Calderón, quien fue sucedido en 2012 por otro priista, Enrique Peña Nieto.
Mientras que el PRD fue el partido de la izquierda que controló Ciudad de México, pero se diluyó por escisiones internas hasta que López Obrador abandonó la formación para fundar Morena, partido con el que gobierna con una holgada mayoría desde 2018 y que parte como favorito en los próximos comicios.
Auspiciada por el empresario Gustavo de Hoyos y el activista Claudio X. González, la coalición quiere arrebatar a Morena esta mayoría, porque "se han convertido en una aplanadora".
Viggiano aseguró que los diputados opositores actuarán "como un bloque" para frenar el "autoritarismo" del presidente, revertir el plan de austeridad económica y poner en el centro a mujeres y enfermos de cáncer, que consideran abandonados por el gobierno.
"Todos hemos dejado muchas cosas porque hay un fin superior que es nuestro país. El objetivo es que los grupos facciosos que han decidido romper el orden constitucional y el derecho no tengan la mayoría absoluta", dijo Margarita Zavala, esposa de Felipe Calderón y candidata a diputada con el PAN.
Zavala, quien regresó al PAN tras fracasar su intento de crear un nuevo partido de derechas, dijo tener "absoluta esperanza" de que la coalición frenará el tsunami de Morena. Pero no parece fácil.
LOS FANTASMAS DEL PASADO
López Obrador arrasó en 2018 con la promesa de erradicar la corrupción y la desigualdad tras la presidencia de Peña Nieto, marcada por la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa y varios escándalos de corrupción.
Pese al desprestigio de su gobierno, Peña Nieto tuvo el apoyo parlamentario del PAN y el PRD para aprobar las grandes reformas de su mandato gracias a un acuerdo llamado Pacto por México.
"Esto generó una visión de que entre los tres no había ninguna diferencia. El electorado se polarizó entre el apoyo a López Obrador o a más de lo mismo", dijo Martha Singer, politóloga de la UNAM.
Tras su severa derrota en 2018, estos partidos no han construido liderazgos claros que hagan sombra a un todavía popular López Obrador, quien aprovecha sus ruedas de prensa matutinas diarias para desprestigiar a la oposición pese a que tiene prohibido inmiscuirse en la campaña.
Tampoco ayudó la denuncia del exdirector de Pemex Emilio Lozoya, que el año pasado implicó a buena parte de la antigua élite política en la trama de sobornos de Odebrecht.
Según los sondeos, Morena podría resentir un cierto desgaste tras la pandemia de la COVID-19, que ha colocado a México en el cuarto país del mundo en número de muertos, pero mantendría la mayoría junto a sus socios.
Pero la secretaria general del PRI sostiene que la coalición ha presentado candidatos "muy competitivos" y pronostica que retendrá al menos la mitad de los 15 estados en juego después de haber hecho "autocrítica".
"Nosotros hemos expulsado a muchos compañeros que han traicionado nuestros principios", explicó Viggiano.
Además, abrió la puerta a repetir una coalición similar en las presidenciales de 2024, cuando concluirá el mandato de López Obrador.
"Los liderazgos no se inventan de la noche a la mañana. La oposición no lo ha logrado entender y llevan años separados de las redes de abajo. Mientras sigan así van a seguir fracasando", advirtió Singer.