MÉXICO - Autoridades mexicanas mantienen en aislamiento en el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias a un paciente sospechoso de COVID-19, cuya primera muestra arrojó un resultado reactivo.
Hugo López-Gatell, subsecretario de Salud, dijo que se analiza una segunda muestra en el InDRE (Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológicos), del paciente, varón, de 35 años, que recientemente estuvo en el norte de Italia.
El paciente tiene síntomas respiratorios leves, como dolor de cabeza y tos, pero no tiene neumonía. Fue atendido por la mañana y desde ese momento las autoridades decidieron dejarlo en aislamiento. Ya en el INER le hicieron una segunda prueba, detalló el funcionario.
A través de su cuenta de Twitter, López-Gatell aseguró que ya estudian a los contactos del paciente, quien recibe toda la atención que el caso amerita.
"El diagnóstico aún no es definitivo. Tan pronto se terminen las pruebas daremos a conocer su resultado", afirmó el funcionario.
Hasta este jueves, México había descartado a 22 pacientes sospechosos de haberse contagiado con el coronavirus que ha puesto en jaque a China, donde detonó y se ha esparcido al mundo.
La jefa de Gobierno de Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, buscó la misma noche del jueves tranquilizar a los habitantes de la capital mexicana y ofreció información a través de su cuenta de Twitter sobre las medidas que han tomado ante la inminente llegada del COVID-19.
Por la mañana, en conferencia de prensa, López-Gatell dijo que a partir del registro de un primer caso de coronavirus, transcurrirían de dos a tres semanas para que pueda ocurrir una dispersión, primero comunitaria y después generalizada del COVID-19 en el país.
Dijo que, de acuerdo con la tasa de mortalidad que ha presentado el coronavirus en el mundo -entre 2.4% y 2.6%-, la proyección para México implicaría hasta 12,500 muertes por la enfermedad.
“Estaríamos hablando de 76, 78 millones de personas infectadas, y de los Infectados cerca de un 10 o 12% que van a presentar síntomas", detalló.
“Por lo que estamos hablando de unos ocho a 10 millones de personas con síntomas, en los cuales podríamos tener un dos a cinco por ciento con enfermedad grave”.