CIUDAD DE MÉXICO (AP) — México recibió 1,35 millones de vacunas de Johnson & Johnson para el COVID-19 donadas por Estados Unidos y funcionarios mexicanos dijeron el martes que una vez aplicadas, no habrá razón para restringir los viajes en la frontera común.
El cargamento será usado para vacunar a las personas mayores de 18 años en cuatro ciudades fronterizas: Tijuana, Mexicali, Ciudad Juárez y Reynosa. México ha dicho que el objetivo es elevar las tasas de vacunación allí a niveles similares a las ciudades al otro lado de la frontera.
El secretario de Relaciones Exteriores Marcelo Ebrard, que se iba a reunir con el secretario de Seguridad Nacional estadounidense Alejandro Mayorkas en Ciudad de México, dijo que tras las vacunaciones “no habrá un argumento de carácter sanitario ya para tener la frontera cerrada”.
Estados Unidos y México han restringido los cruces fronterizos a viajes esenciales desde el comienzo de la pandemia.
El subsecretario de Salud Hugo López-Gatell dijo que la expansión de vacunaciones en ciudades fronterizas pudiera comenzar el miércoles. México trata de adquirir más dosis para vacunar a todos los residentes de la región fronteriza.
México donó 100.000 vacunas de AstraZeneca a Belice y 150.000 a Bolivia y Paraguay. Esas vacunas fueron producidas en Argentina y envasadas en una planta en México.
En su campaña de vacunaciones, México está utilizando una mezcla de vacunas. El programa está centrado actualmente en las personas de 40 años o mayores y ha administrado hasta ahora unas 26 millones de inyecciones, suficientes para cubrir a 30% de la población mayor de 18 años.
México
El país ha registrado una declinación considerable en los casos de coronavirus. No obstante, esta semana la tasa nacional de casos reportados subió 8%, algo que López-Gatell atribuyó a un aumento reciente de casos en los estados de Yucatán y Quintana Roo. Dijo que se están implementando allí medidas de distanciamiento social.
Las playas de Quintana Roo son la principal atracción turística del país. También se reportó un incremento de casos en Baja California Sur, donde está Los Cabos.
Como jefe de la campaña del gobierno contra la pandemia, López-Gatell había sido criticado por cuestionar la utilidad de los cubrebocas y por irse de vacaciones a la playa y caminar por un parque público cuando él estaba infectado.
Pero López Obrador lo elogió el martes, llamándolo un “servidor público ejemplar”.
López Obrador volvió a su vieja práctica de comparar la tasa de muertes por coronavirus en México con las de otros países, diciendo que el país tiene menos decesos per cápita que muchos otros, incluyendo Estados Unidos, Brasil y Argentina.
Pero López Obrador estaba usando números de muertes confirmados por pruebas de alrededor de 230.000, que su propio gobierno reconoce está muy por debajo de los números reales porque el país realiza pocas pruebas. Revisiones gubernamentales de certificados de defunción indican que el saldo real es de más de 360.000.