Habitantes de municipios como Guadalajara, Tlaquepaque, Tlajomulco y Tonalá, en Jalisco, sufrieron una violenta impresión al descubrir un tráiler cargado con 157 cadáveres que ya no tienen cabida en las instalaciones del Servicio Jalisciense de Ciencias Forenses.
El macabro hallazo, que ha resultado incomprensible y sumamente criticado, ocasionó el lunes el cese del director del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses, Luis Octavio Cotero Bernal.
Además, el gobernador Aristóteles Sandoval reprobó de forma tajante “acciones que fuera de todo protocolo permitieron que un contenedor refrigerante para la disposición de personas fallecidas que no han sido reclamadas haya tenido el mal manejo”.
Durante el fin de semana, medios locales y redes sociales no cesaron de compartir la inconformidad de los ciudadanos que descubrieron el contenido del vehículo, estacionado en un paraje, debido al olor nauseabundo que despide.
Al acercarse a inspeccionar el tráiler con una caja refrigerada, los ciudadanos se toparon con una escena escalofriante: el contenedor derramaba mucha sangre y su olor era insoportable, porque ahí estaban cadáveres que no han sido ni identificados ni reclamados.
Algunos de los testigos amenazaron con quemar la unidad para acabar no solo con la escena perturbadora sino con el riesgo sanitario que supone para la población.
Autoridades de Jalisco y de los municipios citados admitieron que los cuerpos no pudieron ser ingresados al anfiteatro, debido a que está saturado, así que optaron por colocarlos en el tráiler refrigerado mientras podían ser identificados y encontrarles su destino final.
El tráiler ocupó varios días una bodega en la colonia La Duraznera, en Tlaquepaque, pero fue sacado del sitio por exigencias de la alcaldesa, María Elena Limón, quien ordenó la clausura de ese espacio, durante una sesión de cabildo.
Este contenedor estaba en unas bodegas que no tienen licencia de construcción, y que no tienen ningún tipo de giro para trabajar, dijo la autoridad municipal.
Luego de más de 12 horas de abandono, el carguero fue retirado del predio, y aparentemente después de deambular por otros municipios fue escondido en una bodega de la zona industrial de Guadalajara, muy cerca de las instalaciones de la Fiscalía General.
Roberto López Lara, secretario general del Gobierno de Jalisco, dijo que la decisión de llevar los cadáveres a una caja frigorífica se debió a que aún no concluye la construcción del Campo Experimental Forense en Tonalá, debido aa la oposición de los vecinos.