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¿Volver el pasado? México conmemora la nacionalización del sector eléctrico

AMLO impulsa un estatismo recargado para "rescatarla" de una reforma "neoliberal".

EFE El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, durante su gira por el estado de Veracruz.

MÉXICO - El gobierno mexicano celebra este domingo el aniversario 60 de la nacionalización de la industria eléctrica con un estatismo recargado del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien desea "rescatarla" de la reforma energética "neoliberal" de 2013.

Pese a los retos de la empresa pública Comisión Federal de Electricidad (CFE), López Obrador ha expresado su deseo de retornar a la política del expresidente Adolfo López Mateos (1958-1964), quien nacionalizó el sector eléctrico en 1960.

Para su gobierno es "imperante" destacar la nacionalización de los bienes "que pertenecen al país", explicó este domingo la investigadora Jessica Lorena Escobar, doctora en Economía de los Recursos Naturales por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

"Considera que la nacionalización de la industria eléctrica es un gran hito en la historia nacional, lo que permitió el crecimiento económico de la década de los 60 y 70, sin embargo, es más complejo de lo que parece", advirtió la economista.

NOSTALGIA NACIONALISTA
López Obrador confirmó esta semana que pidió a los órganos autónomos de energía recuperar la política de López Mateos y Lázaro Cárdenas (1934-1940), quien además de fundar la CFE, nacionalizó el petróleo y creó la petrolera estatal Pemex.

El actual presidente argumentó que tanto la Secretaría de Energía, Petróleos Mexicanos (Pemex) como la CFE "estaban tomadas" y "en manos de particulares" cuando el nuevo gobierno entró en funciones en diciembre de 2018.

Un macetero de arcilla, una pequeña planta, decenas de microorganismos y nanotecnología son hoy la esperanza para que tres millones de peruanos que no cuentan con energía eléctrica, abandonen las velas y lámparas de kerosene para dar paso a las bombillas.

"Lo que queremos es que sean empresas de la nación, del pueblo, en el espíritu de la política que llevó a cabo el general Cárdenas y el presidente Adolfo López Mateos", insistió en su rueda de prensa del jueves.

Tras una reunión con organismos energéticos autónomos, trascendió la renuncia de Alfonso Morcos, titular del Centro Nacional del Control de Energía (Cenace), que opera el sistema eléctrico nacional.

El Cenace es polémico desde el 29 de abril, cuando difundió el Acuerdo para garantizar la Eficiencia, Calidad, Confiabilidad, Continuidad y Seguridad del sistema eléctrico, con el que buscó frenar la entrada de nuevas plantas privadas de energía renovable en el país y que fue suspendido por amparos judiciales.

Al calcular una pérdida de 6,000 millones de dólares en inversiones, la Confederación de Cámaras Industriales de México (Concamin) expresó su "preocupación" por las acciones del Gobierno y la posibilidad de una contrarreforma energética.

"Sentimos una amenaza en el sector eléctrico, sí sentimos un retroceso en el sector eléctrico, y creo que sí nos van a dar palo (perjudicar)", expresó Raúl Picard, uno de los vicepresidentes de los industriales.

CONSECUENCIAS COMERCIALES
A pesar de la intención del presidente, Escobar remarcó que México está en un periodo distinto al de la presidencia de López Mateos, cuando había sustitución de importaciones, en contraste con los acuerdos comerciales actuales de México.

Durante la primera gira de Andrés Manuel López en Washington D.C. los mandatarios hablaron de lo que esperan ganen del nuevo tratado de libre comercio.

"Regresar al estado previo a la reforma traería consecuencias legales a nivel internacional que deteriorarían todavía más la ya frágil posición de la empresa productiva del Estado", observó la investigadora.

Además de posibles sanciones, la Concamin lamentó que la industria mexicana "paga el doble de energía" que sus competidores del nuevo tratado de libre comercio entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).

"La inversión ahí está, los proyectos ahí están, lo que se necesita es confianza, y por último tenemos acuerdos con los países que tenemos tratados, y no podemos violar el Estado de derecho", manifestó Alejandro Malagón, también vicepresidente de la confederación.

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