MADRID - Luna, una cooperante de Cruz Roja, ha mostrado al mundo la solidaridad y el trabajo de muchos trabajadores sociales españoles que esta semana vivieron uno de sus momentos más duros con la llegada a la ciudad española de Ceuta, en el norte de África, de 8,000 inmigrantes irregulares desde Marruecos.
Lo sucedido en Ceuta dejó en imágenes el drama de la inmigración, pero también dio a conocer de manera indirecta la gran labor de estos cooperantes que aseguran que lo vivido estos días es "una crisis diplomática y humanitaria sin precedentes".
La fotografía tomada por la agencia EFE y otros medios se hizo viral en apenas minutos.
En ella, una voluntaria de Cruz Roja consolaba a uno de los migrantes, en este caso un senegalés, que, exhausto, había alcanzado la costa española.
El encuentro mostraba la cara más dura de la migración, pero también la peor faceta de las redes sociales en las que Luna sufrió ataques personales que le obligaron a clausurar su presencia en internet, algo de lo que se hicieron eco decenas de medios internacionales.
"Es muy triste porque estamos desarrollando nuestra labor, Luna no hizo más que hacer su trabajo, a la perfección y sin recibir nada a cambio, bueno en este caso ha recibido todas estas criticas", explica Isabel Brasero, trabajadora de Cruz Roja en Ceuta.
¿QUIÉN ES LUNA?
Luna Reyes tiene 20 años y es de Madrid, pero se encontraba en la isla española Ceuta para realizar pasantías con la Cruz Roja para culminar sus estudios universitarios de Integración Social, según recogen medios españoles.
Debido a las amenazas que recibió por su solidario abrazo al hombre, Reyes ha dado pocas entrevistas pero en una a RTVE dijo que "solo le di un abrazo".
La joven contó al canal español que nunca logró saber cómo se llamaba el hombre, quien fue devuelto a su país.
“Me hablaba en francés y enumeraba con los dedos de la mano. Yo no entendía nada, pero estoy convencida de que estaba enumerando los amigos que ha perdido en el camino”, agregó a RTV.
Reyes ha quedado sorprendida por la reacción que su abrazo ha desatado, tanto por los mensajes positivos así como los ataques personales que ha recibido en las redes sociales.
En respuesta, la Cruz Roja Española escribió en Twitter que son "una organización en la que hay muchas Lunas, que ayudan a diario a personas como las que llegan a Ceuta. O a Arguineguín. O a Canarias. O que están en tu barrio. En todo el mundo".
CRISIS EN CEUTA: 8,000 PERSONAS HUYENDO DE LA POBREZA
Alrededor de 8,000 personas entraron en Ceuta esta semana, grupos de personas con diferentes contextos y proyectos de vida que ahora se esconden de la Policía española para no ser expulsados.
Para la trabajadora social Marina Pérez esta es "sin duda una crisis diplomática y humanitaria sin precedentes" que "nunca antes se había vivido".
"Empezaron a entrar el domingo, el lunes aumentó de manera considerable y el martes fue el día más caótico", narra esta joven que desde entonces centra su trabajo en atender "a las personas de los colectivos más vulnerables".
"No esperábamos esta llegada, de ese momento de incertidumbre pasamos al descontrol, no hubo una respuesta que tuviera en cuenta los diferentes casos de las personas y ahora sentimos frustración, porque no vemos que las instituciones estén dando una respuesta adecuada", explica la abogada de Andalucía Acoge, Inmaculada González.
CRISTIANO RONALDO Y MESSI NO VIVEN EN CEUTA
Los únicos que no están siendo expulsados de la ciudad son los 850 menores de edad que entraron esta semana, que fueron alojados en una nave y muchos de ellos, según dijo una voluntaria a Efe, fueron engañados para cruzar ya que les dijeron que en la ciudad española podrían ver a los futbolistas Lionel Messi y Cristiano Ronaldo.
La Cruz Roja se está encargando de atender a estos chicos con el apoyo del Ejército, que les facilita literas. Además de encargarse de su alojamiento y manutención, los agentes de la Policía española les hacen pruebas de detección del coronavirus y, en algunos casos, otras para determinar si tienen más de 18 años.
"A los menores les espera un futuro incierto, se ha hablado de derivar 200 a diferentes comunidades, algo que deberían hacer ya desde nuestro punto de vista, porque las condiciones en la nave no son las adecuadas, están hacinados", considera Pérez.