SAO PAULO, Brasil - Las fuertes lluvias que arreciaron el lunes en el Sao Paulo dejaron al menos tres muertos en el estado más poblado y rico de Brasil, que comienza a recuperarse este martes de los estragos causados por el fuerte temporal.
Los bomberos encontraron este martes el cuerpo sin vida de dos mujeres en el municipio de Botucatu, situado a más de 124 millas de la capital paulista, mientras que un hombre sigue desaparecido después de que el coche en el que viajaba fuera arrastrado por el agua.
Asimismo, una persona murió después de que un vehículo cayera en un inmenso cráter abierto en un carretera a la altura del municipio de Marilia, en el interior del estado, según informaron los bomberos en su Twitter.
Las lluvias provocaron 16 deslizamientos de tierras en la capital regional, 192 inundaciones y 113 caídas de árboles.
Uno de esos deslizamientos fue grabado el lunes por Gabriel Franca, de 27 años y residente de la municipalidad de Osasco. Franca dijo que los bomberos rescataron a una niña que había quedado atrapada en una de las viviendas arrasadas por el deslave.
SAO PAULO INTENTA RETORNAR A LA NORMALIDAD
Las lluvias amenguaron este martes en Sao Paulo tras el fuerte temporal registrado la madrugada del lunes, que provocó caos en la mayor ciudad de Brasil, donde viven 12 millones de personas.
El volumen de agua acumulado entre el domingo y el lunes fue mayor para un día en el mes de febrero en 37 años, según el Instituto Nacional de Meteorología (Inmet), lo que provocó que algunos barrios quedaron completamente inundados la víspera y el tránsito paralizado.
A pesar de las fuertes lluvias, Sao Paulo recuperó parcialmente la normalidad este martes y ha comenzado a calcular los prejuicios causados por las lluvias.
La Federación de Comercio de Sao Paulo calculó pérdidas por valor de unos $25.4 millones en un solo día.
En la Compañía de Almacenes de Sao Paulo (Ceagesp), uno de los mayores mercados de alimentos frescos de Latinoamérica, los comerciantes descartaron cientos de libras de alimentos después de que el agua adentrara con fuerza la víspera en el galpón.
El mercado continuó con sus puertas cerradas "hasta que la situación se normalice y también por motivos de seguridad alimentar, para que ningún alimento sea comercializado y llegue indebidamente al consumidor".
"No es posible realizar todavía una estimativa del perjuicio causado con la pérdida de alimentos, ni decir si habrá un aumento del precio como consecuencia de lo que sucedió", señala la Ceagesp en un comunicado.