SEÚL, Corea del Sur — Corea del Norte disparó el lunes tres proyectiles no identificados desde su costa este, informó el ejército surcoreano.
El Estado Mayor Conjunto de Corea del Sur indicó en un comunicado que detectó los tres lanzamientos realizados desde una localidad ubicada en la provincia de Hamgyong del Sur.
El ejército de Corea del Sur está monitoreando a Corea del Norte por posibles lanzamientos adicionales, indicó el comunicado.
En días recientes, el líder norcoreano Kim Jong Un supervisó dos rondas de ejercicios de artillería, sus primeras pruebas armamentísticas desde finales de noviembre. Corea del Sur y países europeos manifestaron su rechazo a los lanzamientos, y Pyongyang respondió que tiene derecho soberano para realizar ejercicios militares.
A principios de este mes, Corea del Norte lanzó dos proyectiles no identificados hacia el mar en dirección este, reanudando las demostraciones armamentísticas tras un receso de varios meses que podría haber sido forzado por la crisis del coronavirus en Asia.
Contenido relacionado
Las negociaciones nucleares entre Pyongyang y Washington continúan estancadas desde que el segundo encuentro entre Kim y el presidente estadounidense Donald Trump, en Hanoi, Vietnam, finalizó sin acuerdos.
El líder norcoreano inició el año con la promesa de reforzar sus disuasivos nucleares ante las sanciones y presión de Estados Unidos, de las que dijo son “similares a las de la mafia”.
Kim comenzó el año prometiendo reforzar su capacidad nuclear disuasoria ante la “mafiosa” campaña estadounidense de sanciones y presiones. Aprovechando un importante reunión del partido gobernante a finales de diciembre, advirtió de medidas “chocantes” en las paralizadas negociaciones nucleares con el gobierno de Trump.
También dijo que el país presentaría pronto una nueva “arma estratégica” e insistió en que Corea del Norte ya no estaba “sujeta de forma unilateral” a una suspensión autoimpuesta en las pruebas de misiles nucleares y balísticos internacionales.
Pero la falta de actividad de pruebas en los últimos meses hizo que los expertos se preguntaran si Pyongyang estaba conteniendo sus demostraciones mientras durase una dura campaña contra el nuevo coronavirus, que los medios estatales han descrito como un asunto de “existencia nacional”.
La última demostración de fuerza de Kim parecía dirigida a subir la moral de las tropas, reforzar la unidad interna y mostrar que el país está bien pese a las preocupaciones externas sobre cómo podría afrontar un brote vírico.
Corea del Norte aún no ha confirmado ningún caso de COVID-19, la enfermedad que provoca el nuevo virus, aunque medios estatales han insinuado que un número desconocido de personas estaba en cuarentena tras mostrar síntomas.
Corea del Norte ha cerrado casi todo el tráfico transfronterizo, prohibido la entrada a turistas, aumentado los controles en los puntos de entrada y movilizado a decenas de miles de trabajadores sanitarios para monitorear a la población y aislar a los que tengan síntomas.