WASHINGTON — El general Sergei Surovikin, subcomandante de las fuerzas rusas que combaten en Ucrania, al parecer está detenido pocos días después de la revuelta del grupo mercenario Wagner, dijeron el jueves a la AP dos personas enteradas del asunto, citando evaluaciones de inteligencia ucranianas y estadounidenses.
Las fuentes hablaron en condición de anonimato al no estar autorizadas para hablar del tema en público.
No se sabe si Surovikin enfrenta cargos ni dónde está siendo detenido, lo que refleja la opacidad de la política rusa y la incertidumbre reinante en el país después del motín.
Pero su presunta detención se produjo días después de que los mercenarios del Grupo Wagner tomaron el cuartel general militar en la ciudad rusa de Rostov y se dirigieran hacia Moscú en lo que aparentemente fue una insurrección abortiva.
El jefe de Wagner, Yevgeny Prigozhin ha sido elogioso de Surovikin a la vez que ha criticado a otros oficiales y sugerido que se lo designe jefe del Estado Mayor en reemplazo del general Valery Gerasimo. El diario New York Times informó que, según funcionarios estadounidenses, Surovikin estaba enterado de antemano del plan de Prigozhin.
La Casa Blanca y el Kremlin no hicieron declaraciones.
Surovikin, que tiene lazos de larga data con Prigozhin, no aparece desde el inicio de la rebelión, cuando publicó un video en que exhortó a ponerle fin.
Un blog militar ruso y los diarios Moscow Times y Financial Times informaron que Surovikin, comandante de la fuerza aérea rusa, está preso.
Alexei Venediktov, exjefe de la radio independiente Ekho Moskvy, que las autoridades clausuraron tras la invasión de Ucrania, dijo que Surovikin y sus lugartenientes íntimos no tienen contacto con sus familias desde hace tres días, pero no llegó a decir que estaba preso.
Otro conocido canal de mensajería militar, Rybar, dirigido por un exfuncionario de prensa del ministerio de Defensa, informó que había una purga en marcha y las autoridades investigaban denuncias de que algunos habían tomado partido por Prigozhin.
Surovikin y Prigozhin estuvieron activos en Siria, donde Rusia libra una campaña militar desde 2015 para reforzar el gobierno del presidente Bashar Assad y ayudarle a recuperar territorio perdido en una devastadora guerra civil.
Prigozhin lanzó insultos soeces la semana pasada contra Shoigu y el jefe del Estado Mayor, general Valery Gerasimov, y durante el motín exigió su destitución, pero ha elogiado constantemente a Surovikin, quien sin embargo, exhortó a ponerle fin.
El jueves, el vocero del Kremlin, Dmitry Peskov, se negó a responder preguntas sobre el presunto arresto de Surovikin.
Preguntado por la Associated Press si el presidente aún confía en Surovikin, respondió que Putin trabaja con el ministro de Defensa y el jefe del Estado Mayor, y remitió las preguntas sobre los oficiales, incluido Surovikin, al ministerio.