CABO HAITIANO, Haití — Un camión que cargaba gasolina volcó y explotó en el norte de Haití, lanzando una bola de fuego que envolvió autos y viviendas al causar la muerte de al menos 75 personas y lesiones a decenas más el martes, de acuerdo con las autoridades locales, en el desastre más reciente que golpea a la nación caribeña.
La explosión se produjo poco después de la medianoche en Cabo Haitiano, la segunda ciudad de Haití sobre la costa norte. Horas después, el martes al amanecer, aún ardían edificios y vehículos volcados. Los bomberos cubrían con sábanas blancas los cuerpos de jóvenes víctimas en la calle y los cargaban en un camión.
Cientos de haitianos, que ya no se conmueven fácilmente con tantos infortunios que ha sufrido su país, contemplaban incrédulos la pérdida de tantas vidas. El primer ministro Ariel Henry visitó un hospital donde las víctimas vendadas de pies a cabeza luchaban por su vida en medio de una escasez de suministros y trabajadores médicos.
“Es horrible lo que sucedió”, dijo Patrick Almonor, vicealcalde de Cabo Haitiano, a The Associated Press. Añadió que se prevé un aumento de las cifras de muertos a medida que los rescatistas recorren las casas incendiadas. “Perdimos tantas vidas”.
Entre los sobrevivientes que conversaron con el primer ministro estaba Riche Joseph, que recibió un tratamiento intravenoso mientras estuvo horas en el piso a la espera de una cama en el Hospital de la Universidad Justinien, el más grande de la ciudad.
Su hermana, Bruna Lourdes, señaló que su hermano salió de la casa a altas horas de la noche donde viven con su madre para buscar comida. Cuando ella escuchó la explosión corrió despavorida desde su localidad en una ladera.
“Estoy rezándole a Dios que no se lleve la vida de él”, dijo Lourdes, que estudia para ser enfermera y tiene previsto pasar a noche al lado de su hermano para ayudar en lo que pueda porque el personal médico está saturado de trabajo.
De acuerdo con los primeros informes, el camión cisterna volcó al tratar de esquivar a un motociclista que venía de frente. Los que presenciaron la escena corrieron con cubos a recoger lo que pudieran de la valiosa carga, probablemente para revenderla en el mercado negro, a medida que el combustible se derramaba hacia una pila de basura encendida, dijo dijo Dave Larose, un ingeniero civil que trabaja en Cabo Haitiano, a The Associated Press.
HAITÍ, SUMIDO EN UNA CRISIS ECONÓMICA Y SOCIAL
La explosión se produjo en momentos en los que Haití padece una grave escasez y un alza en los precios de combustibles que obligó recientemente a varios hospitales a rechazar enfermos y al gobierno a cerrar escuelas, negocios y gasolineras. Los gobiernos de Estados Unidos y Canadá exhortaron a sus ciudadanos a abandonar el país.
Haití aún trata de recuperarse del asesinato del presidente perpetrado el 7 de julio y de un terremoto de magnitud 7.2 a mediados de agosto que causó más de 2,200 muertes y la destrucción de miles de viviendas. El país de 11 millones de habitantes sufre también una ola de violencia a manos de las pandillas y secuestros, entre ellos los de 17 misioneros estadounidenses a mediados de octubre. Cinco fueron liberados, pero los demás siguen en cautiverio.
“Es terrible lo que sufre nuestro país”, dijo Larose.
“La nación haitiana entera está de duelo”, tuiteó el primer ministro del país al tiempo que decretó tres días de luto nacional.