TEHERÁN — Los restos del científico nuclear iraní fueron sepultados el lunes en Teherán mientras el gobierno de Irán reafirmaba las acusaciones contra Israel por el asesinato.
Ali Shamkhani, secretario del Consejo Supremo de Seguridad Nacional, hizo esas declaraciones a la televisora estatal iraní durante el funeral de Mohsen Fakhrizadeh, en el que el ministro de Defensa prometió continuar con la labor del fallecido “con más rapidez y más energía”.
Israel, sospechoso desde hace tiempo de matar a varios científicos nucleares iraníes en la última década, ha declinado hacer comentarios sobre el ataque.
Fakhrizadeh dirigía el programa AMAD iraní, que Israel y Occidente consideraban como una operación militar que aspiraba a construir un arma nuclear.
El Organismo Internacional de la Energía Atómica dijo que ese “programa estructurado” terminó en 2003. Las agencias de inteligencia estadounidenses se mostraron de acuerdo con esa conclusión en un reporte de 2007.
Israel insistió en que Irán sigue teniendo ambiciones de desarrollar armas nucleares, y señala al programa de misiles balísticos del país y a su investigación en otras tecnologías. Irán mantiene desde hace tiempo que su programa nuclear es pacífico.
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Las declaraciones de Samkhani cambiaban de forma drástica la versión oficial del asesinato de Fakhrizadeh el pasado viernes. En un principio, las autoridades dijeron que un camión había estallado y después hombres armados habían matado a tiros al científico.
La televisora estatal en inglés Press TV había reportado antes que un arma recuperada en el lugar mostraba “el logo y las especificaciones de la industria militar israelí”.
El canal estatal en árabe Al-Alam, dijo que las armas utilizadas estaban “controladas por satélite”, una afirmación recogida también el domingo por la agencia semioficial Fars.
Ninguno de los medios ofreció pruebas respaldando sus afirmaciones.
“Por desgracia, la operación fue una operación muy complicada y se llevó a cabo utilizando equipamiento electrónico”, dijo Shamkhani. “No había ningún individuo presente en el lugar”.
Shamkhani también acuso al grupo iraní en el exilio Mujahedeen-e-Khalq, de “jugar un papel en esto”, sin entrar en detalle. El MEK no respondió a una petición de comentarios en un primer momento.
El servicio funerario del lunes se celebró en una zona al aire libre de la sede del Ministerio iraní de Defensa en Teherán.
Asistieron funcionarios como el jefe de la Guardia Revolucionaria, el general Hossein Salami; el líder de la Fuerza Quds de la Guardia, el general Esmail Ghaani; el jefe del programa nuclear civil, Ali Akbar Sahei, y el ministro de Inteligencia, Mamoud Alavi. Los funcionarios se sentaron separados y con mascarillas debido a la pandemia del coronavirus.
El ministro de Defensa, el general Amir Hatami, ofreció un discurso tras besar el ataúd de Fakhrizadeh y colocar su frente contra el féretro. El asesinato, señaló, hará a los iraníes “más unidos, más decididos”.
“Por continuar tu camino, seguiremos con más rapidez y más energía”, dijo en comentarios emitidos en vivo por televisión.
El científico fue enterrado después en el patio de la mezquita de Imamzadeh Saleh, en el norte de Teherán.