KIEV, Ucrania - El secretario de Estado, Antony Blinken, llegó el miércoles a Kiev para reafirmar el apoyo de su país a Ucrania, cuyo Ejército está enfrascado en una ardua contraofensiva que ya ha dado frutos, sobre todo en el frente sur, donde ha superado la primera línea defensiva rusa.
"Estamos viendo progresos en la contraofensiva", dijo Blinken a la prensa en la capital ucraniana, aunque reconoció que el avance "es muy complicado".
El diplomático estadounidense se reunió con el presidente ucraniano, Volodimir Zelenskyy, que visitó a principios de esta semana el frente.
El jefe de la diplomacia estadounidense declaró la disposición de Washington a "garantizar que Ucrania tenga todo lo que necesita no sólo para llevar a cabo con éxito la contraofensiva" sino también para contar con "capacidades defensivas sólidas para que agresiones similares no vuelvan a ocurrir".
Según medios estadounidenses, en su tercera visita a la capital ucraniana desde que Rusia lanzara su intervención militar en Ucrania Blinken anunció un nuevo paquete de ayuda a Kiev por más de $1,000 millones.
El Kremlin, en tanto, advirtió de que la ayuda de Estados Unidos a Ucrania no podrá influir en la marcha de la guerra.
EEUU tiene la "intención de continuar apoyando a Ucrania, que se encuentra de hecho en estado de guerra, y librar esta guerra hasta el último ucraniano sin escatimar dinero", dijo el portavoz de la presidencia rusa, Dmitri Peskov.
El nuevo ministro de Defensa ucraniano, Rustem Umérov, refrendado por la Rada Suprema (Parlamento), afirmó que el plan del país es la victoria sin negociaciones y se comprometió a hacer "todo lo posible y lo imposible" para "liberar cada centímetro" del territorio del país.
Según el Estado Mayor General (EMG) de Ucrania, las tropas del país han progresado aún más en el sur de la región de Zaporiyia.
"En el arco de Robotine-Novoprokoivka han conseguido éxitos, se fortifican en las posiciones alcanzadas, golpean con fuego de artillería los objetivos enemigos", dijo Pavló Kovalchuk, portavoz del EMG.
Después de varios días de que Ucrania anunciara la liberación de Robotine, el gobernador impuesto por Moscú en la anexionada Zaporiyia, Yevgueni Balitski, reconoció hoy finalmente que las tropas rusas se retiraron de esa localidad, situada en la primera línea defensiva de Rusia.
"El Ejército ruso abandonó en un movimiento táctico esta localidad (...)", explicó el político, que admitió que ésta quedó completamente arrasada.
Luego, el Ministerio de Defensa de Rusia quitó hierro a las declaraciones de Balitski al señalar que "no hay cambios en la situación táctica de las fuerzas rusas" en ese frente.
"En el frente de Zaporiyia las unidades rusas, con el apoyo de la aviación y la artillería, repelieron cuatro ataques del enemigo en las cercanías de las localidades de Verbove y Robotine", indicó el portavoz de esa cartera, teniente general Ígor Konashénkov, sin ofrecer más detalles.
Según el mando militar ucraniano, sus fuerzas también lograron avances al sur de la ciudad de Bahmut, controlada por las fuerzas rusas.