Roxana Guerrero perdió la fuerza en sus piernas cuando era muy joven, debido a una enfermedad autoinmune.
“Cuando tenía 17 años los doctores me dijeron lo que me iba a pasar con este diagnóstico, y una de las cosas es que iba a terminar en silla de ruedas”, cuenta Guerrero.
“Cuando ellos me dijeron eso, mi primer pensamiento fue [que] nunca llegue a manejar, o nunca voy a manejar”.
Su deseo era conducir un auto, como sus amigos y compañeros de estudio de la preparatoria.
“Pues igual a los 17 yo miraba que mis amigos de high school estaban agarrando sus licencias, estaban manejando, estaban empezando en el colegio”, recuerda Guerrero.
“La verdad me dio mucha tristeza porque, como te digo, mi primer pensamiento fue: ‘nunca voy a manejar’”.
Salud
Pero lo que no imaginó fue que, en el lugar donde le estaban dando terapia física, también le iban a dar el entrenamiento para ponerse al frente de un volante.
“Me quedé bien impactada”, cuenta Guerrero. “Dije, "cómo, cómo una persona en silla puede manejar”.
Guerrero recibió apoyo de un programa que ofrece el Departamento de Servicios de Salud del Condado de Los Ángeles. Su terapeuta Stephanie Hayes-Jackson puso en práctica el plan que lleva décadas como parte del programa para conductores en Rancho Los Amigos.
“Les ayudamos con todos los documentos del DMV, porque el manejar es muy importante para ellos”, explica Lachicha Phillips, instructor de manejo en Rancho Los Amigos. “Para personas con discapacidades es un paso a ser más independientes, a un mejor sustento”.
No ha sido fácil, pero con arduo entrenamiento, la joven ahora tiene la confianza de conducir un vehículo como otros chicos de su edad.
“Gracias a Dios me enseñaron cuando frenar, me enseñaron bien las leyes y todo, creo que me instruyeron bien”, dice la joven.
El centro de rehabilitación Rancho Los Amigos es parte de los servicios de salud del condado de Los Ángeles, así que sus servicios están disponibles para cualquier residente, sin importar su estatus migratorio o posibilidad para pagar.
“Me sentí como yo, ‘yo estoy haciendo esto, ¡es posible!'”, dice Guerrero.
“Me sentí muy alegre, me sentí muy contenta, ya como que empecé a creer que sí es posible que pueda hacer más cosas que estar en mi silla de ruedas, ¿verdad?”.
La joven desea que otras personas se sientan inspiradas, que no se den por vencidas, y que sepan que si ella lo puede hacer, otros también tienen esas posibilidades.
Para más información sobre servicios de terapia física o capacitación para manejar, visite la página de Rancho Los Amigos o llame al (877) 726-2461