WASHINGTON - El presidente Joe Biden anunció el jueves un plan agresivo de seis puntos para luchar contra la pandemia que no da tregua.
Las medidas ponen mano dura sobre los negocios privados, los empleados federales y los colegios en un momento en el que los casos pediátricos por COVID-19 van en aumento.
Se trata del más reciente plan que el mandatario pone sobre la mesa para tratar de frenar la variante Delta que sigue causando estragos en todo el país.
Biden dijo desde la Casa Blanca que le va a pedir al Departamento del Trabajo que cree una regla para que los negocios con más de 100 empleados hagan vacunar a sus trabajadores o los sometan a pruebas frecuentes.
Su plan de seis puntos además incluye dos órdenes ejecutivas para que todo empleado federal y contratista del gobierno se vacune o enfrente consecuencias, incluyendo el despido, a menos que califique para una excepción por salud o religión.
El mandatario también quiere que las escuelas hagan pruebas del virus a estudiantes y a maestros no vacunados.
Y es que hay preocupación con el incremento de casos pediátricos de COVID-19 en todo el país.
Según datos del gobierno, más de 2,300 menores han estado hospitalizados esta semana. Y aunque las muertes de niños por el virus siguen siendo poco comunes, la cifra va en aumento.
Por lo menos 520 niños han fallecido desde el inicio de la pandemia.
“Una de las razones por las cuales no hay tanta muerte es porque el sistema inmunológico es un poquito más fuerte, los niños tienen un poquito más de resistencia, pero no significa que están fuera de peligro”, dijo el Dr. Fabián Sandoval, investigador clínico.
Como parte de los esfuerzos contra la pandemia, el gobierno de Joe Biden además quiere aumentar el acceso a las vacunas, incluyendo a las dosis de refuerzo, y a tratamientos, para quienes estén infectados.
Una encuesta de Gallup revelada esta semana señala que son más los estadounidenses que consideran que el presidente no se ha comunicado claramente con el país cuando se trata de la respuesta a la pandemia.