Veintiún estados de Estados Unidos interpusieron una demanda conjunta ante la Justicia en contra de las ordenanzas sobre el uso obligatorio de mascarillas en el transporte impuestas por las autoridades sanitarias, anunció este martes la fiscal general de Florida, Ashley Moody.
Acompañada del gobernador de Florida, Ron DeSantis, que es un feroz crítico de la política anticovid del gobierno del presidente Joe Biden, Moody dijo que las ordenanzas sobre mascarillas emitidas por los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés) para los medios de transporte, aviones comerciales incluidos, son "ilegales".
Además, exceden la competencia de los CDC, que dependen del Gobierno; son "infundadas", porque no está probado que sirvan para prevenir contagios, y causan "confusión, caos y presión" a la gente, agregó la fiscal general floridana.
"Las políticas de viaje miopes, de mano dura e ilegales del presidente Biden están frustrando a los viajeros y causando caos en el transporte público", dijo la fiscal general de Florida.
Moody y sus colegas de Alabama, Alaska, Arizona, Arkansas, Georgia, Idaho, Indiana, Kansas, Kentucky, Luisiana, Mississippi, Missouri, Montana, Nebraska, Ohio, Oklahoma, Carolina del Sur, Utah, Virginia y West Virginia presentaron ante el Tribunal federal del Distrito Medio de Florida una demanda en la que piden medidas cautelares para parar de manera definitiva esas ordenanzas.
De acuerdo con la demanda, la obligatoriedad del uso de mascarillas en los medios de transporte, incluyendo aviones, excede la autoridad de los CDC de varias maneras.
"Ya es hora de aliviar parte de la presión sobre los viajeros y quienes trabajan en la industria de viajes para poner fin de inmediato a las ordenanzas ilegales de transporte público de Biden", dijo Moody.
En Florida, esas normas interfieren con la ley estatal que prohíbe el enmascaramiento forzado en todos los ámbitos, agregó.
DeSantis dijo que "Florida ha liderado a la nación en hacer frente a las políticas equivocadas del Gobierno federal y luchar contra los mandatos de mano dura que no tienen respaldo científico".
"Si los políticos y las celebridades pueden asistir al Super Bowl sin mascarillas, todos los ciudadanos estadounidenses deberían tener derecho a volar sin cubrebocas. Ya es hora de deshacerse de este mandato innecesario y volver a la vida normal", aseveró.
Recientemente, Moody lideró a otros 22 procuradores generales estatales para exigir el fin del mandato del uso de mascarillas del programa Head Start, que obligaba a los niños desde los 2 años a usarlas incluso cuando jugaban afuera.
La procuradora general de Florida presentó previamente una demanda para poner fin a este mandato y la Justicia le dio la razón.