LOS ÁNGELES (California) - Un ex maestro de una escuela primaria de Los Ángeles, accedió a no refutar las acusaciones de abuso de menores de más de 20 escolares que se le imputan, dijo el abogado de algunas de las víctimas.
Mark Berndt fue acusado de vendarles los ojos a los niños, y de darles trozos de galletas untadas de semen, en lo que describía como "juegos de degustación", esto en una escuela de la localidad de Miramonte.
Berndt declaró el equivalente a confesión de culpabilidad a 23 cargos durante una audiencia, dijo John Manly, un abogado que representa a 30 estudiantes y sus padres. Manly dijo que fue notificado sobre la declaratoria por los fiscales.
El diario Daily News de Los Angeles, informó inicialmente sobre el acuerdo, bajo el cual Berndt podría ser condenado a 25 años de prisión.
Manly calificó el acuerdo como una victoria para sus clientes, quienes -dijo- están agradecidos por ser tratados "con decencia y dignidad" por la fiscalía.
"Va a ir a la cárcel por el resto de su vida", dijo en referencia a Berndt, quien tiene 62 años.
Berndt fungió como profesor en la escuela por más de 30 años. Las acusaciones en su contra surgieron en el 2009, cuando un técnico de revelado de fotos notó docenas de fotos extrañas de niños con los ojos vendados e informó a las autoridades. Los investigadores dijeron que descubrieron una cuchara de plástico en el basurero del aula de Berndt y hallaron rastros de semen en ésta.
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Berndt fue suspendido en enero de 2011.
Se presentaron decenas de demandas y denuncias a nombre de las víctimas. Sean Rossall, portavoz del distrito escolar, dijo que 63 casos se resolvieron sin juicio por un total de 29,5 millones de dólares, y que 71 siguen pendientes.
El caso llevó a una amplia reorganización de la manera como el distrito escolar, segundo en tamaño en el país, maneja las acusaciones de abuso sexual después que se reveló que se habían hecho varias denuncias sobre el comportamiento de Berndt pero no se les había prestado importancia.
Asimismo expuso la lentitud con las autoridades estatales censuran a los maestros y conllevó a una serie de acusaciones de casos de abuso sexual de escolares por parte de los profesores en el distrito y en otros sistemas escolares.
Poco después del arresto de Berndt, el distrito escolar cesó a todo el personal, 76 maestros y personal administrativo, e hizo que se reportaran a un escuela secundaria vacía cercana al lugar.
Seis meses después, cuando comenzó el nuevo año escolar, 43 de ellos regresaron a la escuela de Miramonte reestructurada con un nuevo director. El personal restante se retiró o fue a parar a nueva escuelas.